Cabe destacar de entrada que el hotel aloja una colmena de abejas en el tejado y los restaurantes proponen varios platos a base de su miel. Siguiendo una política ecológica interesante, los restaurantes incluyen un menú local, en el que trabajan con productores que se encuentran a menos de 200 km de París. El chef garantiza la combinación de los alimentos que, juntos, aúnan las virtudes benéficas para la salud: es el concepto de la ?supercomida? que tanto gusta en todos los Westin. Este hotel tan enorme dispone de una bonita sala para el restaurante: el First (Primero), restaurante ?camarín?. La decoración de sofás amplios, la iluminación suave, la coquetería de las flores sobre la mesa creando una atmósfera íntima, todo en líneas curvas y lleno de delicadeza. Las lanzas que decoran este restaurante son las mismas que se encuentran en las verjas de las Tullerías. Se sirve el desayuno. Desde la llegada del buen tiempo, el patio interior del Westin acoge mesas y sillas para comer y cenar al aire libre. Decoración de mármol, una fuente y un poco de vegetación transforman este espacio en un jardín interior. El chef utiliza muchas plantas aromáticas en su cocina, entre las que se incluyen, por ejemplo, las bayas de codji, por lo que crea una cocina más lúdica e inventiva que la cocina francesa tradicional. El Westin tiene también su propio bar, el Bar Tuilerie, para los que desean tomar una última copa. Cabe destacar que los jueves por la noche se organizan veladas con un equipo de música, pletinas, un DJ...