Bien alejado de la imagen extendida de los 4 estrellas enormes, con servicio rimbombante y una decoración lujosa (e incluso excesiva), el Villa d'Estrées es un hotelito caracterizado por su atmósfera acogedora, discreta, íntima, sobria y elegante. Dispone sólo de 10 habitaciones: 5 dobles y 5 suites. Es un establecimiento con una estructura sencilla, integrado únicamente por el vestíbulo, una gran estancia que da la bienvenida al hotel. No hay extravagancias del tipo spa, hammam o sala de masajes. La calidad del trato que ofrecen a los huéspedes en el Villa d'Estrées es marca de la casa, por eso su clientela habitual suele repetir en este tranquilo y relajante hotel situado en pleno corazón del París histórico. La obra maestra del hotel es el vestíbulo, con una decoración de inspiración imperio, neoclásica. Sirve a la vez de espacio de recepción y de salón, así como de sala de desayunos, con el riesgo de desconcertar a algunos. Así pues, te tomas el desayuno rodeado de los visitantes matutinos que llegan o se van. A los propietarios les gusta jugar con la proximidad, la convivencia. Así, los huéspedes, pueden conversar con el personal del hotel, que les aconsejará con mucho gusto sobre las actividades que pueden hacer en la capital. La decoración está muy cuidada en todas partes. Junto a las mesitas de madera negra hay bonitos sofás de rayas. Predominan las maderas oscuras. El suelo está cubierto con baldosas hexagonales antiguas en blanco y negro, que dan mucho prestigio a esta bonita y única zona común del hotel.