Cada una de las 21 estancias del Son Brull es diferente. En ellas combinan encanto y diseño en un entorno muy confortable. Son amplias (de más o menos 40 m²), están embaldosadas y tienen vigas de madera a la vista en el techo. Incluyen televisión por satélite (con 19 canales), una gran pantalla plana, caja fuerte con código electrónico (gratis), climatización individual, neverita (con una botella de agua gratis), teléfono y acceso a Internet wifi y ADSL gratis. Dormirás como un lirón en la comodísima cama king size, aunque antes de rendirte a los brazos de Morfeo, no te olvides de saborear las nubes que hay en la mesita de noche. El mobiliario de madera incluye un escritorio, una mesa redonda y dos sillas. Las estancias no incluyen balcón, excepto en el caso de la suite presidencial, que goza de una terraza con unas magníficas vistas y un jacuzzi. El cuarto de baño es de primera. En algunas habitaciones, la bañera (con hidromasaje) está en pleno centro. Una experiencia más bien original, que tentará incluso a los incondicionales de la ducha. Evidentemente, hay varios productos de aseo, pañuelos, un secador de pelo profesional, albornoces, zapatillas, un espejo de aumento, un toallero calefactor y un lavabo doble. Una gran ducha separada, con pomo flexible y tropical, te permite admirar desde una cristalera panorámica los campos mallorquines que se ven desde allí. El wc está separado por una puerta corredera de cristal. Ese mismo recinto dispone de bidé y teléfono.