Construidas en diferentes niveles, las 55 habitaciones son de diferentes categorías, en función de su ubicación. La habitación estándar cuenta con un balcón, de gran tamaño, equipado con una mesa y dos sillas de hierro. En el interior, la decoración en blanco y negro es moderna y de líneas depuradas. El mobiliario, de madera clara, combina bien con el resto de la habitación. Con respecto al equipamiento, hay de todo: televisión, aire acondicionado, minibar con todo lo necesario para preparar té y café, línea directa para llamadas internacionales, albornoces y secador de pelo. Sin embargo, deberás abonar 10 euros en la recepción, a modo de fianza, para utilizar la caja de seguridad de la habitación. Desafortunadamente, no dispone de servicio de habitaciones (dada la configuración de las habitaciones, resultaría difícil proporcionar este servicio). El cuarto de baño es de tamaño razonable, con una bañera situada frente al wc. Hay productos de tocador a disposición de los huéspedes. Como información adicional, hay que decir que las habitaciones del fondo tienen unas excelentes vistas de 180° al océano.

Inaugurado en 2001, junto a las rocas, el Quinta Da Rochinha está construido en diferentes niveles y goza de unas vistas laterales al mar. Para acceder al hotel, hay que coger un gran ascensor, ya que el hotel está construido en lo alto. Todavía hoy, en los terrenos, se encuentran dos antiguas casas. Ambas fueron construidas a finales del siglo XIX. Una de ellas dispone de un pequeño bar y del vestíbulo del hotel. Solo se trata de una pequeña recepción, formada por un gran mostrador de madera. La decoración del lugar es moderna y bastante agradable. En el exterior, la pequeña piscina del hotel tiene bonitas vistas al océano. La piscina de desbordamiento está rodeada de tumbonas de plástico (sin colchoneta) y sombrillas. Justo debajo se encuentra el pequeño spa del hotel. Tiene dos pequeñas salas de tratamientos, una piscina interior, un hammam y un jacuzzi con bonitas vistas al océano.

El restaurante principal del hotel abre para las tres comidas del día, en un ambiente moderno y que ofrece además bonitas vistas al océano. El desayuno, que se sirve de 08:00 a 11:00 h, propone un buffet de platos calientes y fríos y zumos de fruta, cereales, bollería... Para el almuerzo y la cena, se sirve, a la carta, cocina local e internacional. A mediodía, el restaurante abre a partir de las 13:00 h y, a continuación, se transforma en salón de té hasta las 17:00 h. Finalmente, la cena, bajo reserva, se sirve entre las 19:00 y las 22:00 h.

Ponta do Sol cuenta con un pequeño casco histórico, que no se tarda mucho en recorrer. Para los que quieran bañarse, más abajo del hotel hay una pequeña playa pública de arena negra.