Las habitaciones son espaciosas, con un componente azul que recuerda el estilo de las islas Cícladas. El mobiliario y las instalaciones son muy completos: climatización individual, teléfono directo para llamadas internacionales (con teclas de marcación directa para los distintos servicios del hotel), caja fuerte con cerradura electrónica, minibar surtido, televisión (recepción por satélite de excelente calidad con 33 canales, entre ellos TV5), zona de estar con sofá cama, mesa, sillas y escritorio, balcón grande con mesas y sillas. El cuarto de baño tiene bañera, lavabo doble, secador, toallero, balanza, espejo de aumento y numerosos productos de aseo. Las luces son funcionales y hay paraguas en el armario, por si acaso. Los recién llegados se encontrarán con una botella de agua y una cesta de frutas gratis.

El hotel goza de una estupenda situación frente al Atlántico, sobre dos playas separadas por unos altos acantilados ocre. El entorno es agradable, con villas blancas (que forman parte del terreno) rodeadas de una abundante vegetación. Las 192 habitaciones y suites ocupan edificios blancos de tres plantas de estilo moro (chimeneas redondas y tejados de tejas rosas). Están instaladas en un parque suntuoso lleno de palmeras, magnolias y eucaliptos olorosos, decorado con estanques y potentes chorros de agua. La decoración de las partes comunes está muy cuidada (azulejos, chimenea monumental, gran alfombra oriental, maderas oscuras, jarrones chinos). Te recibirá un amable recepcionista con traje y sombrero. El centro de puesta en forma es magnífico, está decorado en tonos claros y ofrece sauna, jacuzzi y hammam, y tratamientos variados (masajes ayurvédicos o shiatsu, reflexología, baños aromáticos...). De junio a octubre hay disponibles tumbonas, sombrillas y toallas de playa.

Hay siete restaurantes en la zona. Ofrecen especialidades portuguesas, italianas, parrilladas y una carta internacional en entornos luminosos, agradables y cómodos. "L'Ocean" es un restaurante gastronómico. Pretende ser intimista y no permite el acceso a los menores de 16 años, además exige ir de etiqueta. En el lado opuesto, el más rústico, "L'Art Nautic" está en la playa de Armaçao de Pera. Ofrece una cocina más usual y muy adecuada para las familias.

El Vila Vita está antes de llegar a dos playas públicas separadas entre sí por unos acantilados. El hotel dispone, en Armaçao de Pera, en la playa más grande, de una zona con tumbonas y sombrillas, y cuenta asimismo con un club de deportes náuticos en temporada alta. La playa está a 2 km, un autobús del hotel hace el trayecto. Por el jardín se puede acceder directamente a la playa más pequeña.

El Vila Vita, miembro de la selecta cadena Leading Hotels of the World, es un establecimiento de lujo, discreto y eficaz que le sugiere a sus clientes unas reglas definidas para vestirse en los bares, restaurantes y espacios públicos.
El establecimiento se encarga del cuidado de los niños de entre 3 meses y 19 años con un programa diario, denso y variado, de animaciones y excursiones.
Un agradable paseo por los acantilados nos lleva hasta Armaçao de Pera en unos quince minutos.