El espléndido restaurante del Romazzino, situado en la primera planta sobre terrazas escalonadas que dan a la bahía, ofrece una cocina refinada y sabrosa, con una selección de bebidas que satisfará a los más exigentes. Aunque los precios no invitan al consumo (11 euros por un litro de agua con gas, 12 euros por una cerveza y 55 euros de media por una botella de vino). Mousse de salmón y cangrejo, gratin de caviar, antipasti, jamón de la región, costillas de cordero, calamares, pasta con mariscos: disfruta de la comida elaborada por el chef Giovanni Laccagni, antiguo responsable de cocina del hotel Cala di Volpe. El servicio, supervisado por un jefe de sala multilingüe y locuaz, típico italiano, es irreprochable. A la luz de las velas, el restaurante ofrece por la noche un ambiente realmente agradable con sus vistas impagables sobre la apacible bahía. Además dispone de una sala interior para las noches más frescas. En la playa también hay otro restaurante que sobre todo ofrece comidas al mediodía.