


A las puertas del casco antiguo, el Design Hotel Elephant se distingue por su hermosa fachada ocre y, como su propio nombre indica, por su diseño. El vestíbulo, un poco frío, contrasta con unas habitaciones más acogedoras. Las de la calle tienen la mala suerte de que las amplias ventanas dan a una vía rápida que atraviesa la ciudad y que genera, a pesar de un buen aislamiento, un ruido de fondo permanente. La sala de congresos vecina atrae a una clientela básicamente "business".