Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
Un hotel con prestaciones adaptadas a un viaje de descubrimiento. Se recomienda a las familias ya que dispone de habitaciones para 3 adultos o 2 adultos y 2 niños. Está bien situado y permite visitar a pie todo el centro histórico de Praga. (plaza de la Ciudad Antigua y el puente de Carlos).
K K Fenix - © L. Lautard / EASYVOYAGE
K K Fenix - © L. Lautard / EASYVOYAGE
En Ve Smeckach, callecita situada del lado de la plaza Venceslas (parada de metro: Museum). El puente Carlos y la plaza del casco antiguo están a 10 min a pie. El aeropuerto está a 17 km. Se tarda media hora en el trayecto.
128 habitaciones y suites de las cuales una tercera parte da a la calle. Para estar tranquilo se recomienda pedir una habitación situada en la parte trasera (no hay ruido de coches). El mobiliario es compuesto, lo mismo que en el vestíbulo: sillones de mimbre, mesa de madera clara, sofá convertible cubierto de tela beige en las 28 habitaciones "familiares". Decoración con un espejo redondo bordeado de metal mate y dos cuadros abstractos encima del cabecero de la cama. La televisión de pantalla plana (33 canales) que encontramos en algunos alojamientos se generalizará de aquí a finales de 2007. Los demás equipamientos son teléfono directo, aire acondicionado y minibar con set de té/café. Los cuartos de baño están todos provistos de una bañera. Encontramos igualmente un secador y un surtido de productos de bienvenida con la marca K+K.
El Fenix, edificio de 5 plantas abierto en 1999, esconde un vestíbulo que tiene un estilo compuesto: columnas a la japonesa de madera y entrepaños translúcidos, recepción pavimentada con mármol de color, banquetas y mesas bajas de inspiración contemporánea, pantallas de lámparas de diseño italiano. Sea la hora que sea, la luz es tamizada ya que los salones del vestíbulo son también los del bar. Hay prensa internacional a disposición de los clientes. Al igual que el Central, el Fenix también dispone de un pequeño centro de acondicionamiento físico de libre acceso. En este encontramos varias máquinas, una sauna y una cabina de masajes y de cuidados (estos tratamientos conllevan un suplemento).
La sala del desayuno se encuentra en el lado del vestíbulo bar. No hay vista exterior pero unos espejos adornados con crucetas de madera aumentan la luminosidad. Bufé caliente y frío por la mañana, con tortillas si se piden y café servido en la mesa. El servicio de restauración durante el día se propone en el vestíbulo bar. Se puede pedir un plato (pasta, carne en salsa o a la plancha), una sopa o un sándwich. Para el postre o la merienda se recomienda probar el "povidlove tasticky", una receta de Bohemia: crepe forrada de crema de ciruelas y servido con una crema inglesa.
El Fenix está dirigido por la misma cadena de hoteles (K+K) que el Central. Pero no ofrece el mismo marco de estancia. Aquí encontramos menos historia y diseño y está más en el estándar internacional. Se recomienda a las familias o a los grupos de amigos (situación central y tarifas razonables).
Consejo de alojamiento
Cuidado con la superficie de las habitaciones (18 m² las dobles, 25 m² las "familiares"). No hay espacios superfluos. Para 4 adultos, es mejor reservar 2 habitaciones. Las habitaciones con cama doble y un sofá cama resultan ideales para 3 adultos o 2 adultos y 2 niños. Meterse más en la habitación supondría estar muy apretados.
masaje, sauna, (gratuito), puesta en forma, EPA
gimnasia, btt, fitness, deportes
Anonyme.
L'hôtel K+K Fenix se distingue par sa propreté impeccable, par la gentillesse et la prévenance de son personnel (tout particulièrement à la réception) et par sa situation proche du métro et de la gare centrale. Le buffet petit-déjeuner est plus que copieux et l'espace bien-être avec sauna, très agréable, surtout après une journée de visite de la ville.
Excellente situation proche de toutes les commodités, confort et propreté.
Aucun; il est vrai que des cabarets se trouvent à côté de l'hôtel, mais ça ne pose pas de problème.
Anonyme.
Un accueil impeccable une chambre spacieuse et un buffet très complet pour le petit déjeuner. Cet hôtel m'a paru idéalement bien placé super
Localisation proche Opéra service
cabarets dans la rue
El Central es a la vez un hotel y uno de los hitos para un recorrido del Arte Nuevo en Praga. Contempla su fachada (más bien de noche) y una vez en el vestíbulo... ¡Sorpresa! Pero los que tengan buen ojo detectarán rápido la historia del edificio. Un lugar impregnado de un refinamiento particular que se recomienda a quienes les guste hacer compras en hoteles.
Un hotel sencillo, con una céntrica ubicación, aunque las habitaciones estáninsonorizadas. Recomendable para alojarse en familia (dispone de numerosas habitaciones triples yalgunas cuádruples); aconsejable también para alojarse más de un fin de semana,eligiendo un apartamento con cocina.
¿Lo mejor de este hotel? Ni su situación (barrio fuera del casco antiguo), ni su comida (sólo sirven eldesayuno), sino el pequeño gimnasio, en el que podremos remojarnos en el baño con burbujas una vez que hayamos visto Praga.
El hotel Tchaikovsky es un establecimiento excelente para los viajeros amantes del encanto rústico y poco exigentes en cuanto a las prestaciones. Los precios son razonables y las habitaciones muy amplias. Si bien es cierto que está algo lejos del centro, no debes preocuparte ya que, en apenas 15 minutos a pie, podrás llegar a la principal arteria turística, la plaza Wenceslas. Asimismo, basta con recorrer la calle en sentido descendiente para llegar al río Vltava.
Si te gustan los buenos hoteles con una historia, un marco preservado, un servicio a la antigua y la elegancia de los héroes de Paul Morand, alójate en el Paris la próxima vez que vayas a Praga. Apostamos que tendrás ganas de volver.
Con frecuencia los hoteles recientes suelen salpicar su decoración con elementos modernos pero son pocos los que consiguen la coherencia adecuada entre las partes comunes y las habitaciones. Situado a unas centenas de metros del Casco Antiguo, una ubicación ideal, el hotel La Perla es una perla para los amantes del diseño.
Detrás de la plaza Wenceslas, la imponente fachada del hotel Beranek esconde un establecimiento aséptico totalmente desprovisto de encanto. El colmo para esta ciudad de un romanticismo exacerbado. Al margen de las zonas comunes muy banales, las habitaciones son correctas, pero caras si tenemos en cuenta las prestaciones que ofrecen. Sin embargo, el hotel dispone de un aparcamiento, un argumento de peso en esta ciudad en la que resulta bastante complicado encontrar sitio para aparcar.
El hotel King's Court es uno de los últimos hoteles de cinco estrellas que quedan en la capital checa. Se trata de un fantástico edificio muy bien ubicado, con el metro o tranvía justo enfrente y la Casa Municipal, al lado. Grandes volúmenes, decoración moderna, bonitas prestaciones y numerosas categorías de habitación que le dan una oferta diversificada. Sin embargo, no es muy original y más allá de los efectos chillones, el acabado, de los muebles, por ejemplo, no es muy bueno.
Sencillamente, el mejor hotel de la ciudad. No hace falta destacar que también es, sin lugar a dudas, el más caro, pero es que realmente es fantástico. Ubicado en un antiguo monasterio, su entorno histórico, sus prestaciones de lujo y la disposición de las habitaciones ha sabido conservar una cierta familiaridad combinada con su decoración contemporánea y su espíritu checo. Una experiencia espiritual en un universo de lujo: un refugio de excepción.
El Mandarin Oriental, alejado del ajetreo de turistas pero a dos pasos de algunos lugares ineludibles, forma parte de los establecimientos excepcionales de la capital. El entorno es histórico, las prestaciones lujosa, pero este remanso de paz para grandes fortunas aboga por una cierta austeridad que, por desgracia, resulta un poco fría.
Una antigua sede de banco, una cadena de hoteles italiana, un decorado neorrenacentista e instalaciones de palacio: el Carlo IV forma parte de los nuevos lugares de prestigio de Praga. Aquellos que ya conozcan los hoteles Boscolo por haber estado en el Dei Dogi veneciano, elegirán este establecimiento con los ojos cerrados.
Los amantes del diseño han encontrado su sitio ideal, con una buena ubicación. El Josef, moderno y atípico en el paisaje hotelero de Praga, se desmarca de los demás por las prestaciones de sus habitaciones. Son grandes y cómodas, y se cuida hasta el último detalle de manera sin igual en esta categoría.
Situado en los límites del Casco Antiguo, el hotel Art Deco Imperial ha recuperado, recientemente, su prestigioso pasado. Tras un largo periodo de reformas, el turista puede disfrutar plenamente, desde el año 2007, de las magníficas instalaciones de este histórico hotel. Las habitaciones son amplias, los servicios agradables y el restaurante te hará disfrutar de la cocina checa en un decorado de ensueño.
Si te gustan los buenos hoteles con una historia, un marco preservado, un servicio a la antigua y la elegancia de los héroes de Paul Morand, alójate en el Paris la próxima vez que vayas a Praga. Apostamos que tendrás ganas de volver.
El Intercontinental de Praga está bien situado (al lado de la Vltava y del cascoantiguo, cerca del Puente Carlos). Ofrece el atractivo de una piscinacubierta, el placer de un restaurante gastronómico y unas vistas excelentes desde lo altode sus 9 plantas.
El establecimiento At the 3 Storks, más que un hotel, hace pensar más bien en una vivienda exclusiva donde se invita a los clientes a compartir la intimidad de la casa. Las habitaciones, modernas y de diseño, son grandes aunque algunas resultan algo oscuras. Nos seduce la atmósfera tranquila del lugar. Los amantes del ruido deberán abstenerse.