Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El hotel, situado en una pintoresca calle adoquinada, está a dos pasos de los lugares míticos de la capital y sobre todo del Puente Carlos. El hotel Leonardo, ubicado en una construcción del siglo XV, cultiva su carácter elegante y antiguo. Las habitaciones son grandes, el hotel dispone de un bar y un restaurante de especialidades italianas.
Leonardo - © Julien Ferret / EASYVOYAGE
Leonardo - © Julien Ferret / EASYVOYAGE
El hotel Leonardo, situado en una bonita calle adoquinada, disfruta de la tranquilidad a dos pasos de las orillas del río Vltava. El Teatro Nacional está a 50 m, el Puente Carlos a 300 m, la plaza del Casco Antiguo con su célebre reloj astronómico y los picos de la iglesia Notre-Dame du Tyn a sólo unos minutos a pie. Antes de optar por la parada de metro más cercana - unos 4 minutos -, seguramente habrás cogido el tranvía cuyas líneas bordean las construcciones Art Nouveau del muelle Marsaryk. El aeropuerto está a 17 km, calcula 30 min. de trayecto, sino hay un aparcamiento a 50 m.
Las 82 habitaciones del hotel se dividen en varias categorías: Clásica, Superior y Suite Júnior. Las habitaciones son espaciosas, oscilan entre 22 y 28 m², llegando las Junior Suite a 40 m². Algunas de ellas dan al patio interior. La decoración muy elegante con su mobiliario antiguo resulta alto anticuada y las paredes están vacías.
No faltan las prestaciones esperadas en un hotel de esta categoría: climatización individual, acceso a Internet Wifi o por cable gratuito, caja fuerte, minibar (puesto en evidencia, una lástima), el servicio de habitaciones funciona hasta las 23 h, con una selección de tentempiés. Los cuartos de baño rompen con un diseño más moderno, bonito suelo de baldosa negra. La mayoría de ellos tienen ducha. Algunos tienen ducha y bañera separadas. No hay habitaciones para las personas con movilidad reducida.
Nuestro consejo sobre alojamiento: para disfrutar de vistas al río o al Castillo, deberás alojarte en una de las Junior Suite.
El Leonardo, transformado en hotel en 2004, ocupa las paredes de una bonita construcción del siglo XV. El encanto de lo antiguo y la historia está asegurado al cruzar el porche para llegar a la recepción. Suelo de parqué, mobiliario clásico, pesadas cortinas revisten las ventanas y los espacios - como el vestíbulo donde grandes sillones crean un cómodo salón - se bañan en una suave penumbra. Después del mostrador de la recepción con los doce signos del zodiaco, una sala abovedada - algo vacía - aloja un punto de conexión a Internet. La decoración es sobria.
En un bonito patio interior con su fuente se puede desayunar y una vez a la semana se organiza una barbacoa distendida. Se circula fácilmente en las partes comunes, con rincones para descansar o disfrutar de las exposiciones artísticas temporales regulares. El hotel dispone de un restaurante de especialidades italianas y un bar abierto de 11:00 a 23:00 h. La sala del desayuno se encuentra en el subsuelo.
El restaurante Platina sirve especialidades italianas. El mismo propietario es originario de Italia. En un decorado de sala abovedada, las paredes han sido decoradas con frescos pintados, las ventanas dan a la calle. Sesenta cubiertos reciben a los clientes del hotel, de 11:00 a 23:00 h, se puede venir a la barra del bar para la pausa café - concurrida - y meter la cuchara en un delicioso pastel. Para el desayuno, servido de 6:30 a 10:30 h, dirígete al subsuelo y su bonita bodega abovedada de piedra. El bufé ofrece una comida completa con zumo de fruta natural, cereales, bollería y algunos platos calientes. El desayuno está incluido en el precio de las habitaciones.
El hotel Leonardo, perteneciente a Worldhotels, se ubica en un edificio histórico cuyos cimientos datan del siglo XV. Algunas habitaciones de la categoría Superior disponen de cocina americana.
masaje, salón de belleza, sauna, puesta en forma, EPA, baño turco
tenis, aerobic, volley, golf, btt, fitness, deportes
Anonyme.
CHAMBRE TRÈS SPACIEUSE AVEC UNE LITERIE DE BONNE QUALITÉ , POUR UN RAPPORT QUALITÉ PRIX TRÈS ABORDABLE POUR UNE CHAMBRE DE CATÉGORIE SUPÉRIEURE. PETIT DÉJEUNER TRÈS COPIEUX VRAIMENT UNE BONNE SURPRISE !!!!!
PETIT DÉJEUNER , TAILLE DE LA CHAMBRE (20 m²), RAPPORT QUALITÉ PRIX
DÉCO DES CHAMBRES IMPERSONNELLES ....BOF
Anonyme.
très bon hôtel, idealement bien placé, seul bémol certaine nuit un peu bruyante
sa situation a cote du pont Charles et a quelques centaines de mères du centre historique de prague
un peu bruyant certaine nuit
Anonyme.
Laissez vous séduire et embarquer par cet hôtel calme, à la décoration originale,au coeur de la Vieille Ville, tout prés du Pont Charles.
_ principaux lieux touristiques accessibles à pied -personnel convivial et attentionné -magnifique salle voutée pour le petit déjeuner.
- Rien à redire,qualité et raffinement sont la devise de la maison.
El hotel U Pava, situado en una bonita plaza adoquinada con un parque tranquilo, es una especie de refugio barroco donde cada uno podrá escribir su propia historia. La decoración es una mezcla de cuento de hadas y kitsch, con penumbras suaves, decoración cargada, etc. A falta de unas prestaciones más completas, el U Pava es un establecimiento de carácter romántico para pasar una estancia de lo más especial. Sin embargo, la falta de ascensor lo hace poco aconsejable para personas con movilidad reducida.
Ubicado en pleno corazón de la Ciudad Vieja y sin pretensiones, el hotel Rott representa el punto de partida ideal para salir a descubrir las maravillas de Praga, como el reloj astronómico de los muros del antiguo ayuntamiento, la iglesia de Nuestra Señora de Tyn... No obstante, no busques lo último en decoración en el ámbito de la hostelería, ya que en este hotel el estilo es clásico, incluso un tanto rústico. El acceso se prevé un poco largo para llegar a las habitaciones, aunque, de momento, nadie se ha perdido en el hotel.
El Intercontinental de Praga está bien situado (al lado de la Vltava y del cascoantiguo, cerca del Puente Carlos). Ofrece el atractivo de una piscinacubierta, el placer de un restaurante gastronómico y unas vistas excelentes desde lo altode sus 9 plantas.
El hotel Certovka, a la orilla del Castillo y de la Catedral St Guy, les encantará a los incondicionales del puente Carlos, ya que una parte de las ventanas da justo al puente. Goza de una ubicación ideal, las prestaciones son modestas y las habitaciones, de decoración clásica y confortable, algo pequeñas.
Con frecuencia los hoteles recientes suelen salpicar su decoración con elementos modernos pero son pocos los que consiguen la coherencia adecuada entre las partes comunes y las habitaciones. Situado a unas centenas de metros del Casco Antiguo, una ubicación ideal, el hotel La Perla es una perla para los amantes del diseño.
El Mandarin Oriental, alejado del ajetreo de turistas pero a dos pasos de algunos lugares ineludibles, forma parte de los establecimientos excepcionales de la capital. El entorno es histórico, las prestaciones lujosa, pero este remanso de paz para grandes fortunas aboga por una cierta austeridad que, por desgracia, resulta un poco fría.
Sencillamente, el mejor hotel de la ciudad. No hace falta destacar que también es, sin lugar a dudas, el más caro, pero es que realmente es fantástico. Ubicado en un antiguo monasterio, su entorno histórico, sus prestaciones de lujo y la disposición de las habitaciones ha sabido conservar una cierta familiaridad combinada con su decoración contemporánea y su espíritu checo. Una experiencia espiritual en un universo de lujo: un refugio de excepción.
El Bishop's House se encuentra en una calle tranquila a pesar de estar muy cerca del Puente Carlos. Es un hotel correcto con una decoración clásica y rústica cuyo argumento de peso a la hora de alojarse sigue siendo el tamaño de las habitaciones.
Sencillamente, el mejor hotel de la ciudad. No hace falta destacar que también es, sin lugar a dudas, el más caro, pero es que realmente es fantástico. Ubicado en un antiguo monasterio, su entorno histórico, sus prestaciones de lujo y la disposición de las habitaciones ha sabido conservar una cierta familiaridad combinada con su decoración contemporánea y su espíritu checo. Una experiencia espiritual en un universo de lujo: un refugio de excepción.
El Mandarin Oriental, alejado del ajetreo de turistas pero a dos pasos de algunos lugares ineludibles, forma parte de los establecimientos excepcionales de la capital. El entorno es histórico, las prestaciones lujosa, pero este remanso de paz para grandes fortunas aboga por una cierta austeridad que, por desgracia, resulta un poco fría.
Una antigua sede de banco, una cadena de hoteles italiana, un decorado neorrenacentista e instalaciones de palacio: el Carlo IV forma parte de los nuevos lugares de prestigio de Praga. Aquellos que ya conozcan los hoteles Boscolo por haber estado en el Dei Dogi veneciano, elegirán este establecimiento con los ojos cerrados.
Los amantes del diseño han encontrado su sitio ideal, con una buena ubicación. El Josef, moderno y atípico en el paisaje hotelero de Praga, se desmarca de los demás por las prestaciones de sus habitaciones. Son grandes y cómodas, y se cuida hasta el último detalle de manera sin igual en esta categoría.
Situado en los límites del Casco Antiguo, el hotel Art Deco Imperial ha recuperado, recientemente, su prestigioso pasado. Tras un largo periodo de reformas, el turista puede disfrutar plenamente, desde el año 2007, de las magníficas instalaciones de este histórico hotel. Las habitaciones son amplias, los servicios agradables y el restaurante te hará disfrutar de la cocina checa en un decorado de ensueño.
Si te gustan los buenos hoteles con una historia, un marco preservado, un servicio a la antigua y la elegancia de los héroes de Paul Morand, alójate en el Paris la próxima vez que vayas a Praga. Apostamos que tendrás ganas de volver.
El Intercontinental de Praga está bien situado (al lado de la Vltava y del cascoantiguo, cerca del Puente Carlos). Ofrece el atractivo de una piscinacubierta, el placer de un restaurante gastronómico y unas vistas excelentes desde lo altode sus 9 plantas.
El establecimiento At the 3 Storks, más que un hotel, hace pensar más bien en una vivienda exclusiva donde se invita a los clientes a compartir la intimidad de la casa. Las habitaciones, modernas y de diseño, son grandes aunque algunas resultan algo oscuras. Nos seduce la atmósfera tranquila del lugar. Los amantes del ruido deberán abstenerse.