El hotel dispone de 45 habitaciones, todas espaciosas (para un hotel de ciudad): 25 m² las dobles, 40 m² las triples, 50 m² las 3 suites y 65 m² el alojamiento formado por una suite y una habitación doble comunicadas (la suite familiar con vistas al río). En lo que concierne a las vistas, el 50% de los alojamientos dan al río y a un edificio impactante, la Casa que Baila que se parece al museo Guggenheim de Bilbao pero en versión vertical. Es una obra del mismo arquitecto estadounidense Frank Gehry. La Casa que Baila no se visita porque alberga oficinas y no obras de arte. Una razón más para pedir una habitación con vistas al río y preferentemente en los últimos pisos. Si no la vista será a la calle o al patio con una manzana de edificios. Acondicionamiento sobrio y mullido (paredes claras con tapices de la Belle Epoque); cabe destacar los cuartos de baño accesibles a través de una puerta batiente de cristal esmerilado y con azulejos mosaicos de color beige dorado. Bañera, secador, albornoces, productos de bienvenida de la marca The White Company (30 ml de contenido). Los equipamientos incluyen una televisión, el teléfono directo, aire acondicionado, una caja fuerte (gratis) y un minibar.