Las 29 habitaciones del hotel se dividen en varias categorías: estándar (individual), superior y Deluxe en su mayoría, suite junior y dos Old Tour Square Suite de prestigio. Las Superiores son agradables, de unos 26 m². Como el hotel está formado a partir de alojamientos privados, son todas diferentes. Sin embargo, todas disponen de la misma decoración, conscientemente minimalista y elegante, en tonos beige y luminosos. El mobiliario es de madera clara, con cortinas gruesas a los lados de las ventanas que le dan un aspecto acogedor. Hay grandes armarios que permiten guardar mucho más que los efectos personales. Además, hay una gran cama, un escritorio, un minibar y climatización individual. Es una lástima el tamaño reducido del televisor catódico que retransmite muchos canales internacionales.
Los cuartos de baño de mármol son espaciosos, con el suelo con calefacción. Disponen de algunos productos de aseo y la bañera tiene grifos de la marca Starck. Una auténtica originalidad de la categoría Deluxe es que algunas están distribuidas como Dúplex. 35 m² repartidos entre el rincón de salón, algo sombrío pero equipado con espacio de cocina (pero sin fogones) con todo lo necesario para preparar café y té. A destacar que para las familias es posible alojar 2 personas más en una cama doble. También cuentan con caja fuerte gratuita, un albornoz y zapatillas. El toque glamour lo ponen la cama de baldaquino y las vigas vistas. Algunas habitaciones tienen una pequeña terraza con vistas a los tejados. El servicio de habitaciones funciona de 7:00 a 00:00 h, con una selección de pasta, ensaladas o pizzas. Recuerda que el hotel dispone de una habitación para personas con movilidad reducida.