Los huéspedes se alojan en 12 habitaciones, tres de las cuales son triples. Todas cuentan con minibar, teléfono y aire acondicionado. Ocho disponen de televisión. La decoración es simple, aunque agradable. Algunos cuadros alegran las blancas paredes. En el suelo, el pavimento es también blanco, animado por dos alfombras individuales junto a la cama. El mobiliario es de madera. Las habitaciones son bastante oscuras, puesto que las ventanas dan al patio interior. Para ventilarlas, es necesario abrir la ventana que da al patio central, lo que logra una agradable impresión de comunidad. El baño, pequeño, cuenta con una ducha provista de agua caliente. El conjunto resulta muy pulcro y está bien mantenido.