Las habitaciones, decoradas por el famoso estilista dominicano Óscar de la Renta, son amplias y confortables: suelo de mármol pulido, espejos, cuadros, un inmenso salón donde todo es doble (dos sofás-cama de dos plazas, dos mesas auxiliares, etc.), cama con baldaquino, televisor de pantalla plana con 81 canales, lector de DVD, climatización individual, ventilador, frigorífico minibar (con una botella de agua de cortesía) y cafetera/tetera, sin olvidar el servicio de habitaciones las 24 horas y un servicio de mayordomo. Este último, además, os podrá preparar una comida personalizada en vuestra cocina totalmente equipada: en resumidas cuentas, ¡un chef a domicilio! Una gran terraza, que cuenta con una mesa redonda de madera, cuatro sillas y cuatro tumbonas de mimbre, ofrece una magnífica panorámica del mar cristalino. En recepción hay disponibles cajas fuertes gratuitas de código digital para guardar objetos de valor, lo bastante grandes para guardar un ordenador portátil. Lo que va bien saber, ya que la conexión Wifi es gratis. Los dos espaciosos cuartos de baño de mármol adornados con un marco que incluye un espejo de aumento, un secador de pelo profesional (escondido en una cesta), albornoces y zapatillas, pañuelos, un báscula electrónica (los 7 restaurantes el hotel no animan a hacer dieta), una planta verde para darle un toque de naturaleza, WC, bidet, teléfono, una gran ducha con alcachofa fija separada, un bañera de hidromasaje, lavabo doble, y productos de aseo de la marca Molton Brown.