Con 88 habitaciones, el Radisson 1919 se incluye en la categoría de hoteles-boutique. Hay cinco categorías disponibles: estándar, deluxe, clase business, suite júnior y suites. Aunque son diferentes entre sí, todas las habitaciones retoman el concepto de loft... Por ejemplo, en las suites, el salón y el dormitorio no están separados. Todas disponen de televisión de pantalla plana (más o menos grande según la categoría), teléfono equipado con "one touch service" de Radisson, minibar, cafetera y tetera, caja fuerte, radiador y máquina de expreso a partir de la categoría de clase business. El 1919 ha optado por una decoración sobria y elegante: colcha gris, parqué, muebles sencillos de color gris y negro y varios cuadros o figuritas distribuidos con gusto. Nos hubiese gustado encontrar una decoración un poco más "marítima" para hacer honor al pasado del establecimiento. El cuarto de baño, con suelo de baldosas blancas y azulejos blancos hasta el techo, cuenta con un teléfono, un lavabo cuadrado, una bañera o una ducha y productos de tocador de Anne Simonin. El tamaño de las ventanas (y, por tanto, la luminosidad) depende de la planta. A medida que vas subiendo, las aberturas se van estrechando.

El 1919, instalado en las esquinas de dos calles, cuenta con tres entradas independientes: una reservada a las personas de movilidad reducida, una para los clientes del restaurante y una entrada principal abierta a todos los visitantes. La puerta giratoria, toda de madera y con ojo de buey, transmite la tónica predominante en esta antigua empresa marítima. Sin embargo, nada más dar unos pasos en el vestíbulo, el mar se queda en un segundo plano hasta desaparecer. Aquí, la decoración contemporánea toma la delantera: sofás tapizados, televisores de pantalla plana, esculturas humanas plateadas (del mismo artista islandés que el hotel 101), lámpara de diseño suiza galardonada con un premio... Volverás a cruzarte con el océano un poco más lejos, sobre todo en el techo de una de las habitaciones, en forma de olas esculpidas. Las plantas están comunicadas por dos ascensores o una magnífica escalera (de mármol con las iniciales de la compañía). Hay que destacar que una parte más nueva -instalada en un antiguo banco- alberga 18 habitaciones desde 2006. El 1919 también cuenta con una gran sala de fitness abierta de 06:00 a 22:00 h.

Antiguamente no tenía restaurante propio, pero el 1919 decidió invertir y adquirió el establecimiento contiguo. Todo pintado de naranja, propone una carta muy de tipo bistró (ensaladas, pescado, pollo, bocadillos, etc.) en un marco sobrio y de diseño: parqué, mesas de madera, asientos de cuero... Aquí los clientes también pueden desayunar, ¡y está todo incluido, incluso el zumo recién exprimido! El bar, renovado hace poco, ha optado por un aspecto inesperado con sillones barrocos, sillas de vaca, velas, etc. Abre de 12:00 a 1:00 de la madrugada y preparan unos cócteles deliciosos. Prueba los mojitos y lo comprobarás. No te puedes perder la happy hour de 17:00 a 19:00 h: además de unos precios interesantes, también podrás picar algo.

¡Un Radisson SAS puede esconder otro! Presta especial atención para no confundir el 1919 con su colega bautizado con el nombre de "Saga". Aunque los dos hoteles pertenecen al mismo grupo, no tienen el mismo dueño, ni el mismo tamaño ni el mismo aspecto... Hay que destacar que el 1919 dispone de tres salas de reunión.