Bajo el minúsculo punto del norte de una isla del Dodecaneso, los hoteles de Rodas, que disfrutan a la vez de costas llenas de sol y de vestigios históricos, en esta ciudad se confunden entre el pasado y el presente. Las infraestructuras modernas de la hotelería contrastan con la belleza de algunos lugares históricos, sobre todo cuando te diriges a la ciudad medieval de Rodas, registrada como patrimonio mundial de la Unesco. Esta estación balnearia, superpoblada en la estación estival, acoge a muchos clubs de vacaciones. Con todo incluido, las actividades múltiples y los centros de bienestar, estos grandes inmuebles están a menudo desprovistos de encanto ideal para familias que buscan relajarse. En el sumun del lujo, algunos viajeros solo optan por los hoteles de cinco estrellas. Una piscina o un restaurante no son suficientes, por lo que puedes perderte en estos enormes establecimientos. Las playas privadas, inexistentes en la mayoría de los hoteles de Rodas, faltan a veces a los más exigentes. Algunas habitaciones tienen atractivos incomparables, una vista que nos transporta en la inmensidad del mar Egeo o del Mediterráneo.