El hotel dispone de 46 habitaciones: por un lado, la intimidad está asegurada, por el otro, es difícil encontrar habitaciones libres. Principalmente porque cada uno de sus pisos es totalmente diferente: el primero de ellos es de color amarillo cadmio, el segundo verde cartuja, el tercero anaranjado magenta y el último azul cian. Esta monocromía eléctrica únicamente afecta a los pasillos, afortunadamente, porque al atravesarlos se tiene la impresión de haber caído en un cubo de pintura. Como las habitaciones estándar no son demasiado grandes (unos 15 m²), es preferible elegir las "deluxe" o una suite para estar más cómodo. Los cuartos de baño son de un solo color, como el pasillo (por suerte no se duerme en ellos), equipados con bañera o ducha, dependiendo del espacio disponible, albornoces, secador de pelo, productos de tocador (en envases de 70 ml etiquetados con el nombre del hotel). Las habitaciones disponen de mobiliario de madera y cabecero de cama en cuero. Desde la ventana se tienen vistas al patio o a la Via Margutta, dos vistas igual de agradables (para tener más tranquilidad en verano, es preferible elegir las vistas a la calle, peatonal, que al patio con el bar). Las habitaciones cuentan además con: televisión de pantalla plana, aire acondicionado, teléfono, minibar y caja de seguridad.