El restaurante panorámico del último piso, "Les Etoiles", es uno de esos establecimientos romanos donde se puede disfrutar del desayuno admirando un lugar clasificado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. De hecho, el salón da por uno de sus lados al Vaticano (basílica y departamentos del Papa). Junto al amplio ventanal están colocadas diversas mesas para poder sentarse a disfrutar de las vistas. El buffet de desayuno, instalado al fondo de la sala, sirve platos fríos y calientes. Para el almuerzo y la cena, es aconsejable reservar (para disponer de una buena mesa). Como la carta es idéntica en ambas comidas, es preferible reservar a la hora de la cena: de este modo disfrutarás de las vistas panorámicas sobre San Pedro al anochecer. Además, la sala está bien decorada: mesas con mantelerías blancas, jarrones con flores... En cuanto a la cocina, si dispones de un presupuesto ajustado, selecciona únicamente un plato (alrededor de 40 euros): un filete de rodaballo con flores de calabacín (para comer de forma ligera), atún a la siciliana o filete de buey con nata (si deseas algo más consistente). A partir de abril (y hasta noviembre), te puedes instalar en el exterior, en la terraza ajardinada de la azotea: cuenta con las mismas vistas para cenar al fresco.