Por la mañana, la clientela se reparte entre las dos salas acondicionadas para el desayuno: los empresarios suelen instalarse en el bufé, con una decoración que mezcla el gris, el negro y el azul oscuro, mientras que las parejas en viaje de placer se dirigen al salón de altos techos de estuco, de paredes decoradas con frescos campestres y de sillones de terciopelo beige o granate. En el bufé se sirven diversos platos que van desde el salmón ahumado a los huevos revueltos, pasando por los pasteles (tarta de mermelada, pastel de nueces y chocolate), la fruta cortada, el queso y los panecillos. El café se sirve en la mesa. Durante el día, el salón con frescos funciona también como cafetería (es el café Baglioni), donde podrás tomas una copa o un plato rápido. El restaurante Brunello se sitúa frente a la recepción, en un espacio que comienza por un bar y que se prolonga con otra sala en la parte trasera. En la parte de la via Veneto hay mesas disponibles en terraza. Si quieres probar la gastronomía, te conviene el menú Express lunch (3 platos y una bebida por 30 euros), que permite degustar platos de temporada. Otra opción es el menú para la cena, a 90 euros (con el vino). Cocina mediterránea ligera y refinada: filete de mújol con salsa de tomate y postre de papaya a la caipiriña .