Las 64 habitaciones se distribuyen en 23 de categoría superior (20 m²), 35 de categoría deluxe (25 m²) y 6 junior suites (30 m²). Estas últimas ofrecen alojamiento para tres personas, ya que cuentan con dos espacios independientes. En cuanto a las vistas, las habitaciones dan a las calles colindantes (vía Giulia, vía Besciani) o al patio interior del edificio (aunque las habitaciones estén bien insonorizadas, es mejor pedir las que dan al patio para estar más tranquilo). En cuanto a la decoración, si no puedes permitirte una suite, las habitaciones se enmarcan en un ambiente depurado y lujoso. El mobiliario es idéntico en todas las habitaciones. Observa un pequeño detalle (que merece la pena copiar al volver a casa): las mesitas de noche de cada lado de la cama doble son diferentes. Una es de madera oscura color wengue y la otra de madera roja, color caoba. En cambio, el color de las paredes (verde tirando a gris, que tiende a absorber la luz) da una excesiva sensación de seriedad, de negocios y no trasmite sensación de vacaciones. Aunque se trata de una de las nuevas tendencias del sector hotelero en Roma. Una tendencia que va de la mano de una comodidad impecable: televisión con pantalla plana, aire acondicionado, teléfono y minibar. Cuarto de baño con bañera o ducha (en función del espacio disponible), secador de pelo, albornoces, productos de tocador (50 ml) con el nombre de "bath foam". Ya que es un hotel de máximo nivel, sería un detalle encontrarse con productos de tocador de perfumería.