Los 64 alojamientos del Iloha se distribuyen de la siguiente forma: 14 habitaciones estándar, 20 bungalows de lujo, 20 bungalows superiores y 10 bungalows para familias con capacidad para 4-6 personas. Estos últimos poseen cocina americana equipada con un microondas. Respecto a las vistas, la tercera parte de los alojamientos da a la laguna, otra tercera parte a los jardines y la última está orientada hacia la parte de atrás, con vistas a la colina. Existe una terraza con un salón de jardín de teca que permite tomar el aire con total intimidad. En el interior, la decoración voluntariamente austera contribuye a agrandar el espacio: paredes, baldosas beige y ocre, mobiliario de hierro forjado... Las confortables habitaciones garantizan una estancia agradable. Disponen de aire acondicionado individual, minibar lleno, teléfono con línea directa internacional, televisión por satélite con 14 canales y caja fuerte gratuita. Los cuartos de baño, de estilo rústico y limpieza irreprochable, están equipados con secador de pelo, productos de bienvenida, así como con ducha o bañera.

Construido en 1996, renovado en 2003 y ampliado en 2005, el Iloha se compone de bungalows con tejados puntiagudos de tablillas de madera, distribuidos en un terreno de 2,8 ha plantado con especies tropicales. La recepción hace honor a la madera exótica de diferentes colores, y ofrece calidez y alegría gracias a sus salones de mimbre cubiertos de tejidos de rayas azules y blancas y sus paneles decorados con objetos artesanales. La piscina está situada más abajo de la recepción, frente a la laguna y, desgraciadamente, también frente a la carretera. De dimensión semiolímpica, permite hacer unos cuantos largos sin problema. En torno a la misma, existen tumbonas y sombrillas. También se facilitan las toallas de baño. Se ha agrandado una parte del solárium que dispone de mesas y sillas con vistas al océano y a la piscina. En cuanto a las actividades, hay dos pistas de tenis para perfeccionar servicios y reveses.

El restaurante consta de dos partes. La sala interior, orientada hacia la piscina y la laguna, está acondicionada con sillones y maderas de mimbre. La terraza exterior, provista de mobiliario de jardín de colores tónicos, está situada junto a la piscina. Un agradabilísimo entorno para desayunar y almorzar al aire libre. El copioso bufé matutino propone cereales, panecillos, bollería, charcutería, queso y fruta fresca. A mediodía y por la noche, la carta propone recetas típicas criollas como el caride pollo (pollo con especias) o más internacionales como pasta con marisco.

Han acondicionado un espacio de bienestar de 80 m2, la Cas'akéa. Aunque es pequeño, han conseguido crear un espacio de relajación acogedor y elegante. Dos salas de masaje (una de ellas para parejas) con una bañera doble de mármol y otra con una ducha exterior. Un lugar muy agradable que ganaría si fuese un poco más grande.

La playa más cercana está en Saint-Leu, a 2 km del hotel. Su origen es volcánico y también coralino y está formada de granos de arena negros y blancos. Como se trata de una playa pública, no dispone de equipamientos. No olvides la toalla y la sombrilla si deseas pasar un rato sobre la arena. El hotel facilita a quienes lo deseen material de buceo libre (aletas, gafas y tubo). Existen centros náuticos muy cerca que proponen actividades de submarinismo y de pesca de altura.

No es posible bañarse en la laguna situada debajo del hotel. Esta llena de erizos de mar y su desnivel, particularmente bajo, impide bañarse en la misma. La playa más cercana es la de Saint-Leu, a 2 km. Debes comprobar si el viaje combinado incluye el alquiler de un coche. En caso contrario, tienes que prever alquilar un coche para desplazarte con facilidad por los alrededores. En cuanto a las actividades, las colinas cercanas permiten practicar parapente, descenso de cañones y, por supuesto, rutas (a pie, en BTT o en 4X4).