El edificio principal, que acoge parte de las habitaciones y de las actividades, domina el lago Saint Joseph, proporcionando unas vistas maravillosas en verano y en invierno. Todo está en ese edificio: restaurante, gimnasio, piscina, conexión a internet, etc. En el parque hay tres pabellones y se practican varias actividades deportivas al aire libre.
Proponen un gran número de actividades gratuitas (excepto el spa, la motonieve y el trineo de perros). Los senderos con más de 70 kilómetros son ideales para realizar excursiones en verano y esquí de fondo o raquetas en invierno. Es una forma de descubrir los bosques con total tranquilidad. En invierno se puede patinar y practicar el deslizamiento sobre flotadores, una actividad muy divertida para niños y adultos. En verano puedes practicar kayak en el lago y bañarte a partir del mes de julio (el agua está muy fría en los meses anteriores).
Todas las actividades se inician desde un pabellón que podría llamarse la "casa de ocio". Un equipo de personas simpáticas y activas está a disposición de los clientes para orientarles y aconsejarles sobre el material, los senderos y las condiciones meteorológicas. Un espacio distendido y familiar con billares, mesas de juego, hockey de aire, sala de televisión y sala de juegos para niños. En la primera planta se encuentra una cafetería que sirve sopas y bocadillos hasta las 16:00 h.
Durante las vacaciones escolares, los niños pueden inscribirse (se puede incluir en el paquete) en el club de jóvenes aventureros que organiza excursiones en plena naturaleza. Es una experiencia divertida y didáctica.
Todas estas actividades son gratuitas. Varias empresas privadas ofrecen excursiones (de pago) desde el hotel para los aficionados al trineo de perros y a la motonieve.
Cada sábado se organiza una excursión con antorchas. La recompensa después de un recorrido nocturno en medio del bosque, es una taza de chocolate caliente alrededor de una hoguera.
Por último, para relajarte puedes ir a la piscina, al jacuzzi exterior o al pequeño gimnasio que se encuentran debajo del restaurante en el edificio principal.
A dos pasos del hotel se encuentra un spa, aunque no pertenece al establecimiento. Las salas de masajes con decoración sumergen a los clientes en un ambiente surrealista. Las piscinas, las pequeñas cascadas y los jacuzzis favorecen la intimidad, por lo que resulta imposible toparse con desconocidos en la misma piscina. Esto hace que los baños sean más agradables, relajados y... románticos.