


El Hilton Salalah Resort destaca por sus espaciosas habitaciones y su entorno refinado. Una buena elección para desplazarse por el sur de Omán.
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El Hilton Salalah Resort destaca por sus espaciosas habitaciones y su entorno refinado. Una buena elección para desplazarse por el sur de Omán.
A orillas del mar, a 15 km del centro de Salalah. El aeropuerto se encuentra a 20 km. Se tarda un cuarto de hora en el trayecto.
La mayoría de las 147 habitaciones tienen vistas al mar o a los jardines. El resto da a la parte trasera, hacia la carretera y las planicies circundantes. Tan sólo las habitaciones en planta cuentan con balcón. Son espaciosas (40 m²) y están amuebladas en estilo contemporáneo con decoración depurada (mobiliario de madera de color claro, sillones de tejidos color pastel), cómodos cojines sobre la cama y moqueta en el suelo. Los cuartos de baño son impecables: cuentan con bañera, secador de pelo, albornoces y productos de bienvenida dispuestos en un muestrario en forma de lapicero. El resto de equipamientos lo componen la climatización, el teléfono directo para llamadas internacionales, la televisión por satélite, un minibar y una caja fuerte. El hotel tiene la gentileza de llevar una botella de agua a la habitación todas las tardes.
El Hilton Salalah Resort es un edificio de tres plantas construido en 1999 que se extiende junto al mar en una zona aún desierta. Si las inmediaciones del hotel pueden parecer a algunos un tanto desoladas, el interior resultará reconfortante. Ofrece un marco de estilo contemporáneo cuidado en el que los salones dispuestos en hilera cuentan con sillones y sofás de colores pastel, lámparas y veladores de pies de latón labrado. En los jardines situados a orillas del mar encontramos una piscina tipo lago de tamaño medio (20 m de largo). Está provista de un islote de vegetación que decora el espacio pero que molesta un poco a la hora de hacer unos largos. En cambio, los niños podrán disfrutar de un tobogán acuático situado en uno de los lados. Para los más jóvenes existe una piscina pequeña. Se puede descansar en los espacios con césped y árboles, bajo grandes sombrillas de lona cuadradas, con tumbonas de plástico y colchonetas revestidas de tela. Se proporcionan toallas de baño.
El hotel cuenta con dos restaurantes. El primero sirve las comidas en forma de bufé, en una sala de estilo depurado (pilares blancos y mobiliario contemporáneo) que continúa en una terraza que da a la piscina. Allí se ofrece una comida variada que, según el día, se compone de platos de inspiración árabe, asiática o europea. De septiembre a junio, se organiza también una barbacoa una vez por semana sobre el césped frente al mar. El segundo restaurante, de gran nivel, se sitúa frente a la playa. Está dispuesto debajo de un techo de hojas de palma y completamente recubierto de madera. Allí se puede almorzar y cenar a la carta platos variados, carnes con sabores mediterráneos, pescado con salsa agridulce o marisco a la plancha. Es muy agradable, sobre todo por la noche a la luz de las lámparas, con el rumor de las olas que rompen en la orilla.
La playa de Salalah es muy espaciosa: tiene unos 15 km de largo y 50 m de ancho. En un extremo se sitúa la ciudad de Salalah (que puede divisarse con dificultad); hacia el otro extremo se divisan bien los muelles del puerto mercante. No se recomienda permanecer en la playa sin hacer nada, debido al viento que barre la arena con frecuencia. Por este motivo, el hotel no ha instalado equipamientos de descanso. En cambio, la playa es muy recomendable para hacer footing o simplemente para caminar, en un marco aún salvaje en el que los cangrejos horadan sus madrigueras a dos pasos de las olas. Quienes deseen bañarse en el mar deberán ser prudentes: existen corrientes que tienden a arrastrar mar adentro.
El Hilton Salalah Resort ofrece una estancia en un marco muy agradable, pero se aconseja elegir el hotel para efectuar excursiones por los alrededores y no para permanecer una semana junto al mar. De hecho, es necesario disponer de un vehículo de alquiler o tomar un taxi si se desea cenar en la ciudad. Además, la playa, que se mantiene en estado salvaje, no está adaptada para el reposo. Sin embargo es una de las más hermosas del país.
masaje, salón de belleza, sauna
tenis, gimnasia, fútbol, Voley playa, baloncesto, golf, vela, Kayak, surf, windsurf, fitness, deportes
très bon hôtel, vraiment sympathique au calme
le cadre qui être largement correct
le localisation, un peu loin de tout en fait !