Clasificado como monumento histórico, este antiguo convento carmelita del siglo XVIII llama la atención por su soberbia arquitectura colonial y solo por eso merece una visita, aunque aquellos que no sean clientes del hotel deberán conformarse con echar un vistazo al espléndido patio de la entrada, ya que los guardias de seguridad no le permitirán adentrarse más. Los clientes, más afortunados, sí que podrán pasearse por las arcadas del patio, llenas de flores, e imaginarse que son monjes carmelitas. Este convento está lleno de encanto y su nombre "do Carmo" se debe a sus orígenes carmelitas. El patio principal está presidido por una magnífica fuente, rodeada por una zona de césped bien cuidada. Este establecimiento está repleto de espacios originales en los que organizar seminarios y reuniones, como la suntuosa capilla de los novicios, recubierta de azulejos. El Convento do Carmo alberga una iglesia, una sacristía y tres capillas. Por todos lados podrás admirar estatuas, armaduras, pinturas, jarrones y otros objetos de arte. Incluso las balas de los cañones son las originales. La zona de lectura incluye dos sofás en los que podrás tumbarte, una biblioteca y dos ordenadores para navegar de forma gratuita por Internet. Abierto de 12:00 a 20:00 h, el spa L'Occitane cuenta con tres salas de masajes, un hammam, una bañera hidromasaje, una zona de relajación y una pequeña sala de fitness. El establecimiento se inauguró en 2005, dispone de 79 habitaciones distribuidas entre dos plantas y a las que se llega con ascensor. La piscina abre de 7:00 a 19:00 h, es circular, de 1,5 metros de profundidad y está rodeada por un patio con árboles. Te podrás relajar tumbado en las hamacas de madera acolchadas, y los más exigentes en cuanto al confort se refiere podrán disfrutar de los gazebos de madera equipados con doble colchoneta. Además, sobre las colchonetas de las hamacas y del gazebo ya encontrarás las toallas. Atención, ¡es muy fácil dormirse arropado por el canto de los pájaros!