La arquitectura del Monte Pascoal, construido en 1973 y renovado en 2005/2006, no es su punto fuerte: el hotel consta de ocho plantas de hormigón oscuro sin otra decoración que pinturas chillonas a la altura de los balcones. Estos últimos, que se encuentran en cada fachada, son idénticos. A través de la entrada principal, decorada con banderas, llegas a un vestíbulo un tanto oscuro, animado por sillones amplios amarillos, negros y rojos. La planta baja, donde se encuentran la recepción, el bar y el restaurante, se abre a la piscina y debe ser totalmente renovada. Las obras están programadas para 2006. A los espacios comunes les hace falta efectivamente una renovación. Junto a la piscina (75 m²), en forma de triángulo, existe un solárium equipado con tumbonas que da a la bahía, frente al mar. Ten cuidado: la avenida que separa al hotel de la playa es ruidosa y el barrio animado. Los amantes de la calma y el reposo deberán abstenerse.