Antaño, el Bou el Mogdad era el único medio de comunicación entre Saint-Louis y Podor. Gracias a él, se podían distribuir el correo y las provisiones. Hasta que se construyó la carretera en esta zona del territorio. Fue entonces cuando el barco cambió sus servicios comerciales por los del turismo. Tras haber navegado en Casamance y haber sido, posteriormente, abandonado, este mítico barco renace en 2005 gracias a Jean-Jacques Bancal, para júbilo de los habitantes de Saint-Louis, todavía muy marcados por la importancia que tuvo para ellos el Bou el Mogdad. Recorrido por las instalaciones: Se accede al barco por la segunda cubierta (dispone de cinco en total), y se llega a la barra del bar y del restaurante que, a su vez, hace las funciones de recepción. Las diferentes infraestructuras, decoradas con sobriedad, se ubican en este espacio de 50 m de largo por 10,5 m de ancho. El barco tiene capacidad para alojar a un máximo de 57 pasajeros a bordo. La pequeña piscina, que tiene el mérito de existir, tiene una profundidad de 1,20 m. La cubierta superior se divide en dos grandes partes, separadas por una pasarela de madera. Por un lado, se encuentra el bar cubierto y al aire libre, que ofrece un ambiente de lo más agradable gracias a su gran barra central, a sus sillones y a su música, en función de la clientela. Aquí los pasajeros podrán disfrutar tomando una copa, admirando el paisaje desfilar ante sus ojos, así como jugando a los diferentes juegos de mesa disponibles. Dependiendo del ánimo de los pasajeros, se realizan diferentes actividades. Al otro lado, el solárium tiene un aspecto algo anticuado, viendo las tumbonas y el revestimiento (cuyos suelos se cambiarán de aquí a 2009).