


Pequeña pensión con mucho encanto y de ambiente muy agradable, ideal para gozar de la atmósfera de la ciudad de Santa María. El establecimiento está gestionado por franceses.
- Bien situado
- Encanto
Pequeña pensión con mucho encanto y de ambiente muy agradable, ideal para gozar de la atmósfera de la ciudad de Santa María. El establecimiento está gestionado por franceses.
Les Alizés está situado en el corazón de la localidad de Santa María, a 50 m de la playa, una ubicación ideal a 20 minutos del aeropuerto internacional de Espargos. Los taxis son numerosos y se trata de una buena opción para moverse por la ciudad. No dudes en negociar el precio antes de subirte, sobre todo si quieres ir a descubrir varios lugares de la isla.
10 habitaciones dobles de 25 m2 alojan a los clientes en un entorno sencillo y agradable. La decoración no es nada del otro mundo, pero las habitaciones son luminosas y están limpias y el cuarto de baño equipado con ducha es correcto. En cuanto a las prestaciones, se trata de un confort limitado pero adecuado: dos camas individuales colocadas una al lado de la otra, mobiliario de madera, ventilador, teléfono y televisión previa solicitud; la caja fuerte está en la recepción. Algunos cuadros adornan las paredes blancas. En definitiva, las habitaciones son sencillas pero acogedoras. En lo que se refiere a las vistas, 4 de las habitaciones están colocadas frente al mar mientras que las otras 6 solamente cuentan con vistas laterales, si bien todas ellas ofrecen un bonito panorama del animado pueblo de Santa María (si buscas calma, mejor elige otro lugar).
Les Alizés fue construido en 2001 y renovado en 2008. Se trata de un hotelito con encanto en un "Sobrado" tradicional situado en pleno corazón del pueblo de Santa María, a 50 m de la playa. Su excepcional ubicación permite sumergirse desde el primer momento en la cultura caboverdiana, su música, sus gentes y su manera de vivir. Un lugar ideal si se quiere descubrir Cabo Verde de otra manera, muy diferente a los típicos hoteles fríos en los que se privilegia el confort ante todo. En Les Alizés no encontrarás florituras ni artificios, su universo es sencillo y agradable. En este hotel se vive en el exterior: comunicar con los demás, moverse, ir a la playa o hacer deporte. En realidad, al hotel solamente se va a dormir y a tomar el desayuno. Si bien se trata de un confort bastante sencillo, el lugar es agradable y cómodo. Además, el trato es muy acogedor. Este pequeño establecimiento acoge a los turistas en medio de un ambiente muy distendido. Gracias al pequeño tamaño del lugar, es más fácil conocer a los demás huéspedes y uno enseguida se siente a gusto. Un detalle que queremos destacar es el desayuno en la terraza que da a Santa María y al océano en segundo plano, muy auténtico.
Les Alizés no dispone de restaurante y el precio de la habitación solamente incluye el desayuno. Éste se toma en la terraza situada en la segunda planta o en la sala interior del mismo nivel. Se sirve en la mesa de 7:30 a 10:00 h y se compone de pan, café, té, huevos, quesos, yogures, zumos, fruta, mermeladas, etc. La terraza ofrece unas bonitas vistas del pueblo de Santa María y de sus magníficas playas de Sal en segundo plano. Tomar el desayuno en la terraza es lo mejor del lugar.
El hotel no está adaptado para acoger a personas con movilidad reducida: la recepción se encuentra en la primera planta y a las habitaciones se acceder por las escaleras.
Ideal para los mochileros, los deportistas y todos aquellos que quieran vivir al ritmo caboverdiano. Su ubicación es perfecta para descubrir el pueblo de Santa María, cerca de las magníficas playas de Sal y de los centros de surf y de submarinismo. Les Alizés, a caballo entre posada y hotel, es una buena opción como alternativa a los hoteles club.
El único régimen de alojamiento disponible es habitación más desayuno. En las cercanías hay además varios restaurantes. La tarifa es correcta.
La recepción permanece abierta las 24 horas.
Kayak, surf, windsurf
El Odjo d'Agua es un hotel de dimensiones razonables, bien situado, a pie de playa y muy cerca del centro de Santa Maria. Un atractivo marco para unas vacaciones centradas en el descanso.
El hotel Morabeza fue el primero de la isla. Antes, en él se hospedaba la tripulación de las compañías aéreas, pero actualmente su clientela es familiar y cercana. Su situación y su arquitectura hacen de éste uno de los establecimientos más acogedores de la zona.
Este hotel situado a pie de playa te permitirá disfrutar de un sinfín de actividades náuticas mientras te tuestas al sol. Sus modernas infraestructuras brindan buenas comodidades y un servicio de calidad. Resulta ideal para los que deseen pasar unas vacaciones relajantes y centradas en la práctica del deporte.
El Sobrado, situado en la isla de Sal, en la ciudad costera de Santa María, es un hotelito tranquilo, alejado del bullicio del centro de la ciudad. Las infraestructuras son sencillas pero el trato es agradable, casi familiar. Un hotel ideal para descansar y descubrir la isla.
El Crioula es un amplio complejo hotelero con un buen nivel de confort y numerosas prestaciones. Un establecimiento correcto, de dimensiones razonables destinado a las estancias en pareja, en familia o entre amigos. Su punto fuerte son las animaciones durante el día y durante la noche, así como las numerosas excursiones que salen del hotel.
Se trata de un establecimiento bien servido, en régimen de Todo Incluido, donde encontrarás numerosas actividades deportivas y de entretenimiento en un entorno acogedor. Es una lástima que la calidad del equipamiento y la comodidad no sean óptimas.
Un pequeño hotel práctico si deseas estar en el corazón de la ciudad de Santa María y explorar la isla de Sal. El Pontao ofrece un número limitado de prestaciones. Sin embargo, es un apeadero correcto si deseas realizar el máximo de excursiones y actividades en el exterior.
Este es el hotel que se beneficia de la arquitectura más depurada de Santa María. Además del único que ha optado por una decoración de diseño. Sus dimensiones modestas lo convierten en un hotel agradable de tamaño razonable. Así que el Dunas de Sal debería tener un público concreto: los clientes en busca de tranquilidad. A pesar de tener un gran fallo, que está en segunda línea y tiene la playa a 300 metros, al otro lado de un descampado.
El Crioula es un amplio complejo hotelero con un buen nivel de confort y numerosas prestaciones. Un establecimiento correcto, de dimensiones razonables destinado a las estancias en pareja, en familia o entre amigos. Su punto fuerte son las animaciones durante el día y durante la noche, así como las numerosas excursiones que salen del hotel.
El hotel Morabeza fue el primero de la isla. Antes, en él se hospedaba la tripulación de las compañías aéreas, pero actualmente su clientela es familiar y cercana. Su situación y su arquitectura hacen de éste uno de los establecimientos más acogedores de la zona.
El Odjo d'Agua es un hotel de dimensiones razonables, bien situado, a pie de playa y muy cerca del centro de Santa Maria. Un atractivo marco para unas vacaciones centradas en el descanso.
El Vila Do Farol es un hotel club un poco apartado del resto de establecimientos que propone numerosas actividades. De reciente construcción, se caracteriza por excelentes prestaciones, y completas y modernas comodidades.
Este hotel situado a pie de playa te permitirá disfrutar de un sinfín de actividades náuticas mientras te tuestas al sol. Sus modernas infraestructuras brindan buenas comodidades y un servicio de calidad. Resulta ideal para los que deseen pasar unas vacaciones relajantes y centradas en la práctica del deporte.
El Riu Funana, junto con el Riu Garopa, constituye el complejo hotelero más grande de la isla de Sal. Un establecimiento titánico apreciable por sus numerosas prestaciones. Ideal sin lugar a dudas para las familias, que lo encontrarán todo a su disposición. Un hotel gigantesco que, por supuesto, está muy concurrido. Lástima que no pueda ofrecer tranquilidad.
Este es el hotel que se beneficia de la arquitectura más depurada de Santa María. Además del único que ha optado por una decoración de diseño. Sus dimensiones modestas lo convierten en un hotel agradable de tamaño razonable. Así que el Dunas de Sal debería tener un público concreto: los clientes en busca de tranquilidad. A pesar de tener un gran fallo, que está en segunda línea y tiene la playa a 300 metros, al otro lado de un descampado.
El Sobrado, situado en la isla de Sal, en la ciudad costera de Santa María, es un hotelito tranquilo, alejado del bullicio del centro de la ciudad. Las infraestructuras son sencillas pero el trato es agradable, casi familiar. Un hotel ideal para descansar y descubrir la isla.