Abierto en 2006, el Pontao es un pequeño hotel práctico que no escogerás por su confort ni por sus prestaciones, sino para descubrir la isla de Sal y la localidad de Santa María, en la que se encuentra el hotel. Situado en la entrada de la ciudad, el Pontao se distingue por una arquitectura anaranjada situada junto a una carretera que lleva al centro de Santa María. La entrada sorprende, ya que no se parece en nada a la imagen de la fachada, algo anticuada... Luminosa, ventilada y decorada con un estilo más bien contemporáneo, incluye el único bar del establecimiento y se abre directamente al espacio exterior, que da a los edificios vecinos y a las obras de los alrededores en segundo plano. Por ello, puede preocuparte que te vean y la falta de intimidad. La piscina, en el centro, es algo pequeña si te gusta nadar, y puede resultar difícil relajarte al sol por el reducido número de tumbonas, situadas alrededor en una pequeña zona verde. Las habitaciones son correctas y la decoración con tonos azules y amarillos es agradable. Por último, el restaurante se emplea únicamente para los desayunos y da a la ciudad de Santa María y a algunos edificios en construcción. ¡Una lástima!