En sus 110 habitaciones y bungalows con balcón, estás rodeado por el agua. Al norte, el océano, al sur, la bahía de Casilda. Las habitaciones, de colores alegres, son pequeñas y tienen un aire acondicionado algo arcaico. Las ventanas son de persianas que dejan pasar a los mosquitos. El teléfono funciona bajo solicitud. Dispones de una televisión con 5 canales y caja fuerte de pago. El cuarto de baño tiene una ducha.

Este hotel horizontal, construido en 1975 y renovado en 1991, posee un encanto anticuado debido a su estilo obsoleto. Su modesto confort, de gran simplicidad por su pequeño tamaño, está compensado por la amabilidad de sus huéspedes.

El restaurante principal elabora un bufé para cada comida con un menú simple, de carácter internacional. Abre para todas las comidas, excepto cuando no hay mucha ocupación en el hotel, que cierra para el almuerzo. En ese caso, el segundo restaurante, muy pequeño, sirve comida italiana y a veces tiene langostas (de 10:00 a 23:00). Hay cuatro bares repartidos por el hotel, uno de ellos es una cafetería.

La clientela es sobre todo alemana en invierno y española en verano.