El camino que conduce a la entrada del hotel es uno de los más largos comparado con los restantes hoteles, sin embargo el trayecto es agradable gracias a los jardines muy bien cuidados que salpican la trayectoria. El hall principal es redondo y su sala central, rodeada de columnas imponentes que van del suelo al techo, es una piscina-fuente parecida a un loto sobre la cual se encuentra un atrio por el que entra toda la luz. Varios asientos se disponen alrededor, como en la recepción, que se encuentra entrando a la izquierda, donde trabaja el personal más elegante de Sharm. Al fondo se encuentra una terraza flanqueada a un lado por un pub y al otro por una cafetería. Al final podemos ver una de las piscinas del hotel así como el mar Rojo. El hotel tiene cinco piscinas, dos de ellas únicamente para los niños. La más impresionante (no sólo del Reef Oasis, sino de todos los hoteles) es la piscina climatizada que rodea la parte posterior del hotel. La piscina más tranquila ha sido construida en dos niveles y tiene una cascada; los niños no pueden acercarse al borde. La tercera es una piscina de ocio con toboganes, y como las otras dos, dispone de mucho espacio dentro y fuera así como de suficientes tumbonas y sombrillas. Una plataforma que corona la playa, compartida con las suites luna de miel, alberga tres jacuzzis. El personal del Club Pirata se ocupa de los niños durante el día: tiene incluso su propia piscina y un terreno de juegos. Independientemente de la hora del día, el equipo de animación propone actividades, espectáculos o conciertos. Asimismo, también disponen de un servicio de canguros de pago. Los equipamientos de bienestar del hotel son impresionantes. Además de tener uno de los gimnasios más refinados de Sharm (con unas vistas excelentes), el Reef Oasis posee un spa dirigido por Sothy que ofrece todos los cuidados posibles en sus 15 cabinas. También puedes disfrutar de un salón de belleza profesional y de tratamientos de hidroterapia con sal marina. También hay un médico y un centro médico en las instalaciones. Para relajarte de otro modo, disfruta con un libro en la biblioteca o juega una partida al billar. Las instalaciones deportivas incluyen canchas de tenis, mesas de ping-pong, campos de volleyball, baloncesto y fútbol, y en la playa pueden practicarse numerosos deportes acuáticos. Un pequeño centro comercial posee joyerías, tiendas de souvenirs, libros y muebles así como una farmacia y un banco. Todo el complejo está impecable, con flores en cada rincón, y el personal se muestra entusiasmado y eficaz.