La fachada del Royal Grand Sharm no hace justicia a lo que se encuentra en el interior, excepto por el césped muy bien cuidado y la vegetación. En cambio, el vestíbulo se corresponde con lo que nos podíamos esperar. Es grandioso, acogedor y una muestra de la calidad del hotel. El suelo de mármol impecable se refleja en el techo en un suntuoso atrio central con unas ventanas que permiten que entre mucha luz y que iluminan la fuente situada en medio del vestíbulo, que tiene cada lado adornado con plantas exuberantes. Ante semejante visión, los amplios sillones acogedores invitan a acomodarse a tomar un cóctel. Puedes elegir entre tres piscinas: la principal, que tiene una pequeña incorporada, y las otras dos, más pequeñas, que se climatizan en invierno. Como cabría esperar de un hotel de esta calidad, todo está en perfecto estado, y hay numerosas tumbonas disponibles, sin estar amontonadas. Las palmeras que rodean cada piscina constituyen el decorado perfecto para tomar el sol todo el día y unos cócteles en el bar. Tanto el río que fluye de una piscina a otra como los puentes que atraviesan las piscinas tienen mucho encanto. El centro de bienestar del hotel, que puede que no sea tan bueno como el resto del establecimiento, posee un magnífico gimnasio con unas máquinas de alta gama y pesas, una sauna (con una piscina), un hammam, un jacuzzi, cuatro cabinas de masajes, un salón de belleza y una sala de ejercicios. Las velas perfumadas dispuestas por todo el centro desprenden un delicioso perfume que te invitará a pasar un buen rato relajado leyendo uno de los libros que tiene el centro a disposición de los clientes. El equipo de cinco animadores se ocupa de los niños durante todo el día, tanto en la sala reservada al club infantil, como en la zona de juegos o en la piscina, o haciendo actividades acuáticas. Los niños tienen su propia mini discoteca abierta todas las noches. Asimismo, hay un servicio de canguros a 20 euros la hora. Las animaciones y los juegos para adultos son los espectáculos (de faraones, baile, etc.), el karaoke o los juegos de quiz. En el bar Shisha, a la sombra y decorado con unas telas tradicionales en las columnas y en las mesas, podrás tomar una copa, pero tendrás que pedirla en la barra. Hay perfumerías, librerías, joyerías y tiendas de souvenirs y de shishas, así como un banco y un cajero automático por si lo necesitas. Los espacios exteriores del hotel están en perfecto estado, y en ellos podrás contemplar unas plantas bien cuidadas que crean unos brillos de color magníficos. El hotel se beneficia de un excelente emplazamiento que da al mar, lo que le permite ofrecer unas vistas magníficas. Esto probablemente explica por qué todo el personal es tan servicial y entusiasta.