Las 24 habitaciones no son muy grandes, pero son agradables y están decoradas de forma diferente en un mismo estilo que mezcla mobiliario occidental estilo italiano del siglo XIX y estilo oriental (zelliges, los azulejos que cubren las paredes), tableros de madera pintada, rejas en las ventanas de hierro forjado. Dispone de climatización, teléfono directo para llamadas internacionales, televisión por satélite, caja fuerte y minibar. Los cuartos de baño con ducha, enteros de mármol, recuerdan a un hammam. Los alojamientos dan a un patio interior, cubierto o no con una cristalera, en el centro del cual reina una fuente.

El Dar Saïd ocupa una casita burguesa del siglo XIX, cuya arquitectura se ha preservado. Mármol blanco y gris, patios, fuentes, hierro forjado y jardincillos aromáticos se reúnen en este lugar lleno de encanto y de tranquilidad. Instalado en altura, domina los tejados de Sidi Bou Saïd, pueblo de pintores, el Mediterráneo y el golfo de Túnez. Varias terrazas, en diferentes niveles, permiten disfrutar de jardines plantados con palmeras, buganvillas y otras esencias del sol. Una agradable piscina exterior pequeña da a las casas blancas y azules de Sidi Bou Said y al Mediterráneo. Pequeño hammam para los amantes.

El hotel no tiene restaurante, pero asegura el servicio de desayuno. Durante el día, hay un bar en la piscina que permite beber algo.
El Dar Saïd está en el corazón del pueblo de Sidi Bou Said, por lo que podemos ir a pie a uno de los restaurantes tradicionales del pueblo para comer o cenar.

El Dar Saïd sólo tiene 24 habitaciones, así que lo mejor es reservar por adelantado en temporada alta.
El hotel no tiene restaurante, pero propone un servicio de habitaciones 24 horas al día que sugiere platos caseros según el mercado del día. El desayuno se sirve en la habitación, en sala o en el jardín. También hay un saloncito y un bar exterior, en la terraza, cerca de la piscina.