Las 13 habitaciones, con una superficie que abarca desde 16 m² a 58 m², son todas diferentes. La mayoría goza de unas espléndidas vistas al mar. Todas disponen de climatización y televisión vía satélite de pantalla plana. No busques el número de habitación porque no hay, pero sí: "Belle Vue", "Eucalyptus", "Iris", "Yasmine", "Rosier", "Olivier"... y muchos otros nombres que hacen soñar, empezando por la bien llamada "La Tourelle", que disfruta de una vista espectacular.

Inaugurada en enero de 2014, la Villa Bleue cuenta con 13 habitaciones, un spa, un gimnasio abierto al mar y jardines en terraza que enmarcan dos piscinas (una con bañera de hidromasaje). Magnificada por el decorador italiano Edouardo Pi, la decoración combina elementos auténticos y contemporáneos. Mármol, azulejo, chimeneas, lámparas de araña, piletas, columnas, mosaicos y otras piezas de colección recuperadas de anticuarios o casas antiguas y palacetes de la medina de Túnez salvados de la demolición, y camas, vajilla y telas procedentes de grandes marcas francesas de lujo.

El restaurante gastronómico ofrece una gran cocina tunecina reelaborada por el chef francés Sébastien Bontour. Tiene capacidad para 25 comensales.

El spa incluye un hammam tradicional de mármol y varias salas de tratamientos y masajes dobles para parejas que emplean la marca de cosmética tunecina de gama alta Amarante.

En toda la Villa Bleue se disfruta de conexión a Internet wifi gratuita