Gonzalo González Beneytez
Jefe de sección
El Windsor es una buena elección para pasar una estancia cerca de los centros de ocio y cultura, y para descubrir la región. Propone un alojamiento confortable y una fórmula de restauración estudiada.
En el centro de la ciudad, a 200 metros del paseo marítimo. La Valeta está a 5 km (15 min en ferry o en autobús) y el aeropuerto a 8 km (25 min de trayecto).
Las 94 habitaciones son amplias, luminosas y acondicionadas con gusto con mobiliario de madera clara. Disponen de climatización, zona de estar, cuarto de baño con secador de pelo, minibar, teléfono directo y televisión satélite. Sin embargo, el balconcito deja mucho que desear ya que no da al mar, sino a los edificios anexos.
La fachada del Windsor no ofrece ningún atractivo particular, pero en el interior se descubre el encanto de este hotel construido en 1995 y reformado a menudo desde entonces. El amplio vestíbulo conjunta el mármol con la madera barnizada: los pequeños salones azules que ornamentan el vestíbulo invitan a quedarse un rato. El hotel cuenta con dos piscinas, una cubierta y otra exterior. La segunda está rodeada de un solárium con sombrillas y tumbonas, pero es una pena que la vista dé a los edificios colindantes. Los aficionados al deporte podrán ponerse a prueba con los aparatos del gimnasio de libre acceso.
La sala del restaurante principal es señorial y con un ligero toque british que no decepcionará a los amantes de este tipo de bares (moqueta gruesa y pesadas cortinas verdes y naranjas). La fórmula "todo incluido" incluye las tres comidas y las bebidas: agua, refrescos y alcoholes locales. Si quieres realizar una excursión, el hotel te preparará una cesta con comida para el almuerzo. Con una gran variedad, la cocina (servicio de mesa) está repleta de soleados sabores: pasta, barbacoa, pescados y carnes en salsa, a menudo a base de tomate y berenjena.
Se recomienda el Windsor por el tipo de alojamiento y la restauración. La fórmula "todo incluido" (que incluye bebidas además de las comidas) permite controlar el presupuesto desde el principio. Pero este hotel no está hecho para los que desean no hacer nada: el Windsor no da al mar y la bahía de Sliema no tiene playas de arena (aunque dispone de una terraza de rocas pública desde la que se puede llegar al agua a través de una escalera).
sauna
gimnasia
El Imperial es un hotel sencillo pero lleno de encanto. Se recomienda por su excelente relación calidad/precio.
El New Tower Palace es un hotel sencillo, con habitaciones confortables. Ofrece una bella vista panorámica de la bahía. Todo a un precio muy atractivo.
El Preluna Towers es un hotel con una buena relación calidad/precio. Ofrece vistas panorámicas a la bahía y está cerca de los lugares turísticos de Sliema.
En el Kennedy Nova se respira un ambiente refinado y más de uno se dejará tentar por la piscina panorámica situada en la azotea. Se recomienda como lugar de descanso, pero también para descubrir los alrededores de Sliema.
El Métropole ofrece un confort sencillo y se recomienda por su ubicación céntrica. Recomendado para los que desean aprovechar al máximo la vida de Sliema.
Se recomienda el Park Hotel por sus prestaciones cuidadas más que por su emplazamiento. Restauración, alojamiento, servicio: todo es atrayente y con buen gusto.
El Victoria es un lugar de vacaciones refinado. Aunque no se encuentre junto al mar, es una buena dirección por el confort y el servicio.
La oferta de establecimientos de alta gama es muy amplia en Malta, agrupados especialmente en torno a la ciudad de St Julian. De hecho, cada inauguración es sinónimo de posicionamiento preciso y de prestaciones exclusivas. El último creado en esta categoría de 5 estrellas, The Palace, juega la baza de estar en el centro urbano. El hotel, situado cerca del centro de la ciudad de Sliema, en una callejuela tranquila con muchas tiendas en las inmediaciones, compensa la falta de atractivo turístico con las magníficas prestaciones, tanto en las habitaciones como en las instalaciones deportivas y de bienestar. Los amantes del diseño y de lo moderno estarán más que contentos.
La oferta de establecimientos de alta gama es muy amplia en Malta, agrupados especialmente en torno a la ciudad de St Julian. De hecho, cada inauguración es sinónimo de posicionamiento preciso y de prestaciones exclusivas. El último creado en esta categoría de 5 estrellas, The Palace, juega la baza de estar en el centro urbano. El hotel, situado cerca del centro de la ciudad de Sliema, en una callejuela tranquila con muchas tiendas en las inmediaciones, compensa la falta de atractivo turístico con las magníficas prestaciones, tanto en las habitaciones como en las instalaciones deportivas y de bienestar. Los amantes del diseño y de lo moderno estarán más que contentos.
Se recomienda este hotel a todos los que desean realizar una cura de salud. También se puede disfrutar del confort y de la ubicación del lugar y aprovechar para descubrir la región.
Se recomienda el Park Hotel por sus prestaciones cuidadas más que por su emplazamiento. Restauración, alojamiento, servicio: todo es atrayente y con buen gusto.
En el Kennedy Nova se respira un ambiente refinado y más de uno se dejará tentar por la piscina panorámica situada en la azotea. Se recomienda como lugar de descanso, pero también para descubrir los alrededores de Sliema.
El Preluna Towers es un hotel con una buena relación calidad/precio. Ofrece vistas panorámicas a la bahía y está cerca de los lugares turísticos de Sliema.
El Victoria es un lugar de vacaciones refinado. Aunque no se encuentre junto al mar, es una buena dirección por el confort y el servicio.
El Imperial es un hotel sencillo pero lleno de encanto. Se recomienda por su excelente relación calidad/precio.
El New Tower Palace es un hotel sencillo, con habitaciones confortables. Ofrece una bella vista panorámica de la bahía. Todo a un precio muy atractivo.