


El Radisson es un gran hotel construido a orillas del mar, en un apacible rincón, un poco retirado de la ajetreada población de Saint Julians. Estancia con servicios y confort asegurados.
- Balneario
- Norma internacional
- Bien situado
- Descanso
El Radisson es un gran hotel construido a orillas del mar, en un apacible rincón, un poco retirado de la ajetreada población de Saint Julians. Estancia con servicios y confort asegurados.
Junto al mar, en la extremidad de Saint George's Bay. El hotel es el último edificio de toda la zona de Saint Julians: más allá se extienden espacios vírgenes hasta que se pierde la vista. Está cerca de la vida nocturna del barrio Paceville de Saint Julians (10 min a pie) y a 8 km de La Valeta (20 min en autobús). El trayecto al aeropuerto en taxi dura aproximadamente unos 20 minutos.
Las habitaciones son confortables y disponen de cama de matrimonio, dos camas individuales, una mesa de despacho, una mesa de salón y dos sillones. La decoración, diferente para cada habitación, no resulta muy original, pero da un ambiente relativamente cálido. Todas las habitaciones están provistas de un gran balcón que da directamente al mar. Por lo menos las vistas no te darán una sorpresa desagradable. Las habitaciones están equipadas con climatización, televisión con cable e Internet, teléfono con línea directa para llamadas internacionales, minibar, galán de noche y caja fuerte. El cuarto de baño incluye bañera, secador de pelo, albornoz y teléfono. Una carta bien surtida del servicio de habitaciones es otra opción para saborear una buena comida en la habitación a cualquier hora (las 24 horas).
El Radisson se construyó en 1997 y es un imponente edificio de estilo moderno con 5 plantas y 252 habitaciones y suites. La entrada da a un gran vestíbulo con decoración clásica y cuya altura se eleva dos plantas. En la primera planta, una galería rodea todo el vestíbulo. Una gran escalera lleva al nivel inferior en el que se sitúa el restaurante principal y el centro de acondicionamiento físico. Desde ahí se accede a la explanada central que cuenta con varios solárium y una piscina de 200 m² rodeada de tumbonas. En el Bridge Bar, situado en la primera planta, se puede tomar una copa. Su gran terraza domina la explanada y el mar. Debajo se sitúa el restaurante Bistro (a la carta), cuya terraza está encima de la del Bridge Bar. Las instalaciones deportivas del hotel están junto al mar, un poco alejadas del edificio central.
El Kon Tiki es el restaurante principal del hotel. Es una gran sala sin encanto, con capacidad para 680 personas, y ofrece un servicio de bufé internacional clásico para todas las comidas del día. Por la noche se puede reservar una mesa para comer a la carta en un ambiente más íntimo en el mismo restaurante (especialidades flambeadas en la mesa). Un pianista ameniza todas las noches la cena. Se puede comer a cualquier hora del día (las 24 horas) en la cafetería Bistro del hotel. Distribuida en dos plantas, una bonita escalera de caracol de hierro forjado, sirve de unión entre los dos espacios. Se sirven ocho entrantes en forma de bufé y la carta está compuesta de seis entrantes, cinco platos de pasta y cinco platos principales, además de sándwiches y postres. Para las cenas, la carta es diferente y propone ensaladas, barbacoa, pastas, tortillas y sándwiches. El hotel abre el restaurante de la albufera de junio a octubre (carta cafetería y barbacoa).
El hotel no dispone realmente de playa. La albufera del complejo es un espacio situado a orillas del mar, con dos piscinas de agua de mar, tumbonas, sombrillas, bar cafetería y centro de submarinismo. El centro de acondicionamiento físico está equipado con una pequeña piscina interior (75 m²), un jacuzzi, una sauna y una sala de fitness (aprox. veinte aparatos).
masaje, (de pago), salón de belleza, sauna, puesta en forma, EPA, baño turco
tenis, esquí náutico, (à ver), gimnasia, Voley playa, golf, chorro esquí, (à ver), vela, (à ver), canoa, (à ver), baile, water-polo, fitness, deportes