Las habitaciones ?con una superficie de 35 m² las superiores y 100 m² las suites? se asoman a la playa de Anse Marcel y a las colinas circundantes. Sólo seis de ellas gozan de vistas al océano. Decoradas sobria y elegantemente, cuentan con muebles de madera o mimbre, tejidos pastel y un pavimento de grandes baldosas rústicas. También disponen de una zona salón, con un mullido sofá, y de una ancha terraza provista de sólidos muebles de teca. Todas cuentan con aire acondicionado individual, ventilador, televisión por satélite (con 15 cadenas), caja fuerte y un surtido minibar. En los amplios baños de mármol claro se han previsto una bañera, secador, albornoces, sales de baño y abundantes productos de bienvenida.

Le Marquis es un pequeñísimo hotel de 18 habitaciones que se distribuyen en dos edificios de una planta pintados en cálidos tonos. El azul, el frambuesa y el amarillo alegran las paredes de las edificaciones, caracterizadas por su planta criolla y sus tejados de tablillas. Pese a no tener jardín, cuenta con una agradable piscina rodeada de tumbonas provistas de mullidos colchones, frente a la que se encuentra un bar construido completamente en madera guardado por un angelote dorado colocado sobre la barra. Es el lugar más animado del hotel y el elegido por los huéspedes para encontrarse y charlar.

Le Marquis no tiene restaurante, aunque sus huéspedes pueden dirigirse al vecino hotel Privilège.

La playa más cercana es la de los dos hoteles Méridien, situados más abajo, a más de un cuarto de hora andando. Se trata de una media luna de 600 m, alargada, especialmente agradable y rodeada de colinas. Los bañistas podrán disfrutar de su finísima arena, agua transparente, cocoteros, la correspondiente base náutica ?que alquila, principalmente, motos acuáticas y jet ski? y tumbonas provistas de colchones. El desordenado viento, que sopla en todas las direcciones, hace imposible la práctica del windsurf y la vela en esta playa. El cómodo restaurante y el chiringuito de los hoteles Méridien están a escasa distancia.

El hotel no se encuentra junto a una playa. Por ello, la nota de ésta no se ha tenido en cuenta para calcular la nota global del establecimiento. Los huéspedes pueden acceder libremente al gimnasio ?bien equipado?, los hammams y los jacuzzis del cercano hotel Privilège, a 200 m.
Le Marquis no tiene restaurante, pero sirve el desayuno hasta las 11:00 y cuenta con un acuerdo con el Privilège para que éste reciba a sus clientes. La cocina es de inspiración criolla y francesa. Los precios de los platos oscilan entre 20 y 25 euros.
Conviene alquilar un coche para desplazarse fácilmente y visitar la isla.