El hotel dispone de 3 habitaciones y 5 suites. Las habitaciones tienen una superficie correcta y están dotadas de una decoración agradable y original, pero las suites son alucinantes. Disponen de una decoración que se ha llevado a cabo con los mejores materiales venidos de todas partes del mundo, cuadros en las paredes de artistas que han sido invitados especialmente para reproducir una escena del Renacimiento, como el Nacimiento de Venus, o para trabajar el color de las paredes y así conseguir un tono parecido al de esa época. El trabajo es impresionante y se ha llevado a cabo gracias al director del hotel y a su pasión. Puede que a veces sea un poco demasiado, pero es lo que a él le gusta. Las suites son enormes y ofrecen un ambiente muy particular que encantará a los amantes de la historia del arte: ¿Renacimiento, época colonial, Botticelli, Roma Antigua o Romanticismo y dulzura? Tú eliges en cuál de estos ambientes atemporales prefieres sumergirte. Los que opten por alojarse en las habitaciones deben saber que la pequeña Venecia no es muy interesante, pero el Yin y el Yang ofrecen un entorno étnico con colores cálidos y disponen de una pequeña terraza. Los materiales utilizados han sido traídos de diferentes viajes, como la pizarra en los cuartos de baño, el parqué del suelo o los budas. ¡Incluso en la ducha hay obras de arte! Las suites disponen de un cuarto de baño muy espacioso con bañera en ángulo desde la que podrás admirar los objetos de arte con más detenimiento. Así mismo, disponen de minibar, hervidor, lector de DVD, caja fuerte, albornoces y una pequeña pantalla plana, aunque les faltaría un secador de pelo y productos de tocador. De hecho, al haber querido hacerlo todo tan bien y limitados por el lado financiero, los propietarios han creado algunas contradicciones. Hay lector de DVD pero no hay champú, disponen de lujosos materiales venidos de todas partes del mundo y en cambio no hay secador de pelo... ¡no se entiende! Pero la intención es lo que cuenta y eso hace que la estancia sea agradable de todas maneras. Por último, los más exigentes querrán saber que las camas son duras, muy duras, cosa que hace que a veces, incluso en las suites, no pares de dar vueltas en ellas. Y un último reproche, algunas no disponen de mesitas de noche...