


El Oumnia Puerto es un hotel de dimensiones no exageradas adecuado para familias y parejas. La calma del patio te hará pasar agradables momentos.
- Cultura
El Oumnia Puerto es un hotel de dimensiones no exageradas adecuado para familias y parejas. La calma del patio te hará pasar agradables momentos.
El hotel Oumnia Puerto no está lejos de la playa de Tánger. Da a una calle a pocos pasos del mar. El pequeño zoco está a 15 min a pie. El aeropuerto internacional está a 20 min en coche.
De pequeña capacidad, el hotel El Oumnia Puerto dispone de 104 habitaciones decoradas con sencillez y buen gusto. El parqué del suelo, las paredes blancas, las cortinas coloreadas, las colchas azules y los muebles de madera aportan un toque de luminosidad a la habitación. Están equipadas con aire acondicionado, teléfono y televisión. El cuarto de baño está equipado con bañera, secador de pelo y productos de higiene.
El Oumnia Puerto es un hotel de pequeña capacidad construido hace unos veinte años. Fue renovado en 2004. Este hotel sigue siendo muy agradable. Una vez en la recepción, se llega enseguida a un patio que da a la piscina y los jardines. Hay un bar junto a la piscina para refrescarse. Junto a la recepción, existe una sala de televisión a disposición de los clientes. La madera y el mimbre son los elementos más importantes de la decoración.
El restaurante principal propone una cocina internacional en forma de bufé durante el día y a la carta por la noche. Está situado cerca de la piscina. Existe una terraza que permite disfrutar del clima de Tánger. La decoración mantiene el mismo estilo que las otras partes del hotel: mimbre y madera. Dispone de un rincón previsto para el desayuno. Para la cena, existe un restaurante marroquí. Se encuentra en una sala pequeña sin ventanas. No muy acogedor
masaje, salón de belleza, sauna, EPA, baño turco
btt, water-polo
Entrar en el Minzah es como abrir un libro sobre la historia de Tánger. Este hotel mítico de la ciudad ha visto pasar a las mayores celebridades. En el wine bar encontrarás fotos de algunas de ellas. Su situación inmejorable (a dos pasos del gran zoco y de la plaza de Francia también domina la bahía de Tánger) convendrá a aquellos que deseen descubrir la ciudad en su globalidad. Destacan el encanto de su arquitectura árabe-andaluza y el confort de sus instalaciones así como su amplio spa de nada menos que cuatro plantas. A los nostálgicos de la Tánger internacional les gustará este hotel con encanto y mucha historia.
A pesar de ser un hotel de ciudad previsto para una clientela de negocios, el Ramada les Almohades resulta agradable si buscas un establecimiento confortable frente al mar. Eso sí, se encuentra a unos minutos de la medina de Tánger. El Ramada les Almohades cuenta con varias infraestructuras y algo muy pero muy apreciable?el espacio. Amplios pasillos conectan la recepción, los bares y los restaurantes. Además de una piscina externa rodeada de un pequeño jardincito, posee una sauna y una discoteca. El restaurante ofrece menús del día y unas bonitas vistas a la bahía de Tánger.
El Mirage Club es un hotel muy frecuentado por famosos y políticos. Lujo, refinamiento y tranquilidad resumen bien el espíritu del lugar. Las parejas pasarán agradables momentos de intimidad. Se viene aquí por su excepcional situación dominando el océano y por la calidad del servicio y el trato.
Este hotel de cuatro estrellas ubicado en el centro de Tánger, en el bulevar Mohammed V, no presenta mayores atractivos. La recepción con su luz de neón y sillones bordo y la decoración de las habitaciones pasadas de moda no dan muchas ganas de quedarse. Aquí todo parece un poco austero y sin gracia. Además, el edificio no logra ocultar su época de construcción, a fines de los años setenta. Sin embargo presenta la ventaja de tener una pequeña piscina en el techo. En cuanto a los restaurantes, uno ofrece los bufés de mañana y de noche y otro propone menús del día.
El Tarik, un hotel de tres estrellas situado en la ruta de Malabata o sea un poco lejos del centro de la ciudad, frente a la bahía de Tánger, no destaca por la modernidad de sus infraestructuras. Merecería una buena reforma y una decoración nueva. El edificio remonta a los años setenta. Sus ventajas: la ubicación frente al mar, la presencia de habitaciones triples y de una gran piscina con vistas al mar. Los amantes de la vida nocturna podrán aprovechar de la discoteca ubicada al lado de la entrada.
Diferente? sin duda el dar Mouchka ofrece una opción diferente de las demás propuestas de la ciudad. Este conjunto de casitas blancas con persianas azules y con sus bonitas vistas a la bahía es agradable. Recuerda las típicas casas de varios pueblos del mar Mediterráneo especialmente Grecia. Sin embargo se encuentra lejos del centro -contar unos veinte minutos en coche- y su decoración rural y sencilla puede desconcertar. Además, mejor tenerlo en cuenta, cierra de diciembre a principios de marzo.
A proximidad del hotel Continental, al este de la kasbah de Tánger, el Dar Jameel forma parte de los establecimientos más adaptados para los jóvenes por el tipo de servicio que ofrece. Varias habitaciones comparten baño y no tienen ni televisión ni teléfono. Si te gusta el confort, mejor no te detengas y sigue tu ruta. El Dar Jammeel no es el mejor sitio para ti. El interiorismo es sencillo. Punto a favor: renovado en el 2005, el Dar Jameel es un sitio moderno. Destaca la sala-biblioteca de la última planta con sus magnificas vistas a la ciudad, al mar y a la medina de Tánger.
El Rembrandt seguramente fue uno de los hoteles emblemáticos de Tánger. La escalera caracol resulta especialmente atractiva y poco común. También destaca el moucharabieh (enrejado de madera o hierro que se pone en las ventanas y que permite ver sin ser visto) de la entrada. Otro punto a favor del Rembrandt, tiene piscina, lo cual se aprecia en pleno verano. Sin embargo, necesitaría una buena reforma el edificio y un nuevo estilo de decoración. Su ubicación en el centro de Tánger, cerca del mar es muy buena.
Entrar en el Minzah es como abrir un libro sobre la historia de Tánger. Este hotel mítico de la ciudad ha visto pasar a las mayores celebridades. En el wine bar encontrarás fotos de algunas de ellas. Su situación inmejorable (a dos pasos del gran zoco y de la plaza de Francia también domina la bahía de Tánger) convendrá a aquellos que deseen descubrir la ciudad en su globalidad. Destacan el encanto de su arquitectura árabe-andaluza y el confort de sus instalaciones así como su amplio spa de nada menos que cuatro plantas. A los nostálgicos de la Tánger internacional les gustará este hotel con encanto y mucha historia.
Por fin ha vuelto a abrir sus puertas uno de los lugares más míticos de Tánger, una ciudad con un pasado cosmopolita. El Grand Hotel Villa de France reabre sus puertas después de 22 años. Este mítico hotel había alojado a muchas personalidades, entre ellas Henri Matisse. Su reapertura, tan esperada, lo ha convertido en uno de los hoteles más lujosos de la ciudad. Su encanto de antaño se ha conservado totalmente, los nostálgicos de este período revolucionario pueden estar tranquilos. ¡No te lo pierdas!
El Mirage Club es un hotel muy frecuentado por famosos y políticos. Lujo, refinamiento y tranquilidad resumen bien el espíritu del lugar. Las parejas pasarán agradables momentos de intimidad. Se viene aquí por su excepcional situación dominando el océano y por la calidad del servicio y el trato.
La célebre cadena suiza propone un hotel de categoría internacional y calidad en Tánger. Comodidad y modernidad son las palabras clave de este Movenpick aunque la decoración pueda resultar un poco fría. A pesar de encontrarse un poco alejado del centro y de la Medina, resulta perfecto para familias, por la presencia de una gran piscina, y hombres de negocios. Las vistas a la bahía de Tánger son muy bonitas. En cuanto al restaurante marroquí ubicado debajo de una carpa en el hall, sirve un tagine de pescado sabroso. Lamentamos que el acceso al gimnasio sea de pago.
El Rif and Spa, hotel de cuatro estrellas de la cadena marroquí Atlas Hospitality, ofrece habitaciones confortables en un ambiente cálido y acogedor, un spa de buen nivel (que incluye sauna, hammam, sala de masaje y de estética), una sala de fitness amplia y una vistas muy bonitas a la bahía de Tánger. Solo decepcionan el tamaño y la ubicación de la piscina. El edificio de seis plantas tiene la ventaja de estar ubicado frente al mar, un sitio ideal para el descanso. Además, la cadena hace honor a su nombre, destaca por su hospitalidad y el nivel de la acogida.
A pesar de ser un hotel de ciudad previsto para una clientela de negocios, el Ramada les Almohades resulta agradable si buscas un establecimiento confortable frente al mar. Eso sí, se encuentra a unos minutos de la medina de Tánger. El Ramada les Almohades cuenta con varias infraestructuras y algo muy pero muy apreciable?el espacio. Amplios pasillos conectan la recepción, los bares y los restaurantes. Además de una piscina externa rodeada de un pequeño jardincito, posee una sauna y una discoteca. El restaurante ofrece menús del día y unas bonitas vistas a la bahía de Tánger.
El hotel Intercontinental no se encuentra exactamente en el centro de Tánger por lo cual se adapta mejor a las familias que busquen un sitio tranquilo o a los grupos que a los que vengan a saborear la animada vida de Tánger. Se sitúa en un edificio blanco de siete plantas. Sin embargo, cabe destacar el jardín, con sus distintitas mesas, un lugar agradable y tranquilo y la presencia de una piscina. El restaurante marroquí tiene buena fama y el internacional, la ventaja de poseer una agradable terraza en medio del jardín. Para llegar hasta aquí te recomendamos venir en taxi.
El Dar Nour, la primera casa de huéspedes de Tánger sorprende gracias a su decoración original. Explorarla y descubrir la personalidad de cada rincón te llevará un tiempo. Al ser la reunión de cinco casas, el Dar Nour se puede convertir en un laberinto. No se trata de una casa común con un interiorismo tradicional. Allí es precisamente donde radica el encanto de este establecimiento. Cada objeto, cada elemento de decoración se escogió con especial cuidado en distintos mercadillos. Además, a menudo se organizan exposiciones de pintura, fotografía y de arte en general.