A través de la terraza, galería protegida del sol por el avance del techo de pandano, se accede al interior de los bungalows. Dos butacas de madera invitan a instalarse frente al lago, cuyo color de un magnífico turquesa es una de las maravillas de Tikehau. Otra maravilla que no podrás perderte son las playas de arena rosa. Delante de la pensión hay un poco de esta arena, pero si se quiere ver más, se puede ir caminando a lo largo del motu en dirección al aeropuerto (si te gusta caminar y no hace demasiado calor). Recuerda llevarte las sandalias de plástico para poder caminar por algunos lugares de las lagunas. Por aquí llegaremos al motu Aua donde se encuentra el hotel Tikehau Pearl Beach Resort; las playas de arena rosa están más allá del hotel. Se tarda entre 1 hora 30 y 2 horas en llegar. De vuelta al bungalow se echará en falta la ausencia de frigorífico en el alojamiento. El confort es el habitual de una pensión: ventilador de pie, saloncito de mimbre, cuarto de baño acondicionado al fondo de la habitación con ducha y wc (se puede pedir secador de pelo en la recepción). No hay televisión ni teléfono (se puede llamar desde la recepción). En cuanto a la decoración, se privilegian los materiales y los colores locales: colcha con motivos tifaifai (patchwork de flores estilizadas), paredes medio cubiertas de madera pintada, estructura aparente.

La pensión debe su nombre a los árboles filaos plantados en el terreno (en polinesio "aito"); el otro nombre, Colette, es el de la propietaria que, junto con su marido Henere, gestionan esta pequeña finca de 5 bungalows. Trato distendido asegurado, así como el ambiente apacible que reina en este lugar. Las comidas se sirven en el bungalow de recepción, a dos pasos del lago, resguardado del viento que sopla frecuentemente en el motu Tuherahera. En el exterior, el terreno plantado de árboles filao, almendros malabares y cocoteros alberga 5 bungalows con techos de pandano y paredes recubiertas de madera. Estos bungalows elevados por mini pilotes son los típicos farés de Polinesia. Se encuentran todos alineados a orillas del agua, así que todos ellos gozan de bonitas vistas del lago.

Las comidas se sirven en el bungalow de la recepción. Las mesas, protegidas del sol por el techo y resguardadas del viento por una cortina de árboles, tienen vistas al lago lo cual le confiere un toque típico y encantador a la vez. El desayuno, servido en la mesa, está compuesto de pan, mantequilla, mermeladas tropicales, fruta fresca de temporada, zumo de fruta y bebidas calientes. A mediodía se puede pedir un tentempié, como un bocadillo (que en Polinesia siempre se llama tentempié, "casse-croute") o una tortilla de jamón o de queso. También se puede ir al pueblo, que dispone de una panadería, un pequeño supermercado y un snack bar. Otras posibilidades de restauración: los restaurantes de las otras pensiones (situadas entre el aeropuerto y el Aito Motel Colette), el restaurante Tikehau Pearl Beach Resort (en el barco del hotel desde el puerto de Tuherahera). Por la noche, se recomienda tener provisiones (para limitar los gastos) o cenar en la pensión: menú de 3 platos a 24 euros, cocina local y sabrosa (pescado crudo a la manera de Tahití, mahi-mahi asado, postre de poe, crema de mandioca al coco).

La playa se extiende delante de los bungalows en unos 200 x 50 m y está llena de cocoteros jóvenes que dan al conjunto un ambiente de jardín. La arena, a veces blanca a veces rosa, mezcla granos finos y restos de corales más espesos. Se trata de una playa natural que desciende poco a poco hacia el lago. Hay tumbonas de plástico a disposición de los huéspedes para descansar. Pero cuidado con quedarse mucho tiempo al sol, en Polinesia es muy fuerte. Además, el viento, más o menos ligero, tiende a soplar arena en la cara. Si se quiere hacer esnórquel, hay que llevarse su propio material ya que la pensión no dispone de él. En cambio, sí que tienen kayaks a disposición, actividad muy recomendada, aunque solo sea para ver el ballet multicolor de los peces, muy cerca de la orilla (el atolón de Tikehau es uno de los más ricos en peces de Polinesia). La cabaña de madera que se encuentra al final de la playa, en el pontón, pertenece al club de submarinismo independiente Raie Manta, perfecto para explorar en profundidad el impresionante lago de Tikehau.

En el atolón de Tikehau no encontrarás ni bancos ni cajeros automáticos. Por ello se recomienda pagar la estancia por adelantado y así no tener que llevar encima grandes cantidades de dinero. La ausencia de banco y de cajeros obliga también a calcular el presupuesto para el ocio. Las actividades más caras son las excursiones guiadas (inevitables ya que no se pueden alquilar barcos): el descubrimiento de la isla de los pájaros (actividad estrella de Tikehau) cuesta unos 60 euros por persona. Un bautizo de submarinismo o una salida al mar (con el club Raie Manta) cuesta algo menos de 60 euros. Una salida de esnórquel cuesta en torno a los 35 euros. Otros gastos a prever: una comida completa cuesta 24 euros; un tentempié (bocadillo sencillo), 5 euros; una botella de agua (el agua de Tikehau no es potable), 1 euro en el supermercado del pueblo.
Recomendaciones:
se recomienda venir en pareja, más que en familia. Si se solicita, se puede añadir una cama supletoria en los bungalows, pero la superficie de estos (20 m² con la terraza) no está adaptada a las estancias en familia.
Para cualquier información acerca de las tarifas o para reservar, contactar con la pensión por fax/teléfono en el 00 689 96 23 07 o en el teléfono móvil 00 689 74 85 77. La pensión no dispone de página web ni de dirección de e-mail (por ahora no hay Internet en Tikehau).
Aito Motel Colette - Boîte Postale 43 - 98 778 Tuherahera - Tikehau - Polinesia francesa.