El edificio del Cervantes se ve desde varios puntos de Torremolinos no sólo por su tamaño (tiene diez pisos), sino por su ubicación, en la parte alta del municipio. Aunque su fachada recuerde a los 70, el hotel ha sabido adaptarse al paso del tiempo y goza de una imagen muy actual en su interior, especialmente en aquellas zonas recientemente renovadas, como el lobby, cuya decoración y ambiente son totalmente contemporáneos. Televisiones de plasma, modernos y cómodos sofás y lámparas de diseño son algunos elementos que forman parte de la ambientación del lobby, que además de numerosos espacios para el relax, incorpora un bar-piano, así como un ciber-corner, aseos, cabinas de teléfono, etc. Desde el lobby se accede a la cafetería-restaurante (también muy actual en su diseño), así como al jardín y la piscina. En cuanto a las instalaciones a tener en cuenta en el Cervantes, destacan las piscinas (un par de exteriores, para adultos y niños, y una cubierta, en la azotea del edificio y con unas vistas magníficas) y el mini-club, un auténtico paraíso para los pequeños por cuán espacioso y completo es. Este rincón diseñado para los más pequeños luce en sus paredes algunos de los personajes preferidos por los pequeños (como Shrek o Nemo), y dispone de todo lo necesario para las actividades infantiles (cómodas sillas y mesas, muñecos, juegos de todo tipo,marionetas, etc.). Varios monitores se encargan del entretenimiento de los pequeños en este lugar de cuento.