Construida en 1985, la residencia Pierre et Vacances Cala Rossa se organiza en forma de pueblo mediterráneo con un total de 450 apartamentos de alquiler, esparcidos por una extensión de 110 hectáreas. Cuando la visitamos (en mayo de 2009), la residencia aún no había abierto sus puertas al público. Al llegar, la primera impresión es buena pero con algunas notas discordantes. Para empezar, los dos aparatos de musculación situados cerca de la primera y gran piscina desbordante, justo en el centro del complejo. Es difícil pasar por su lado sin constatar que están oxidados y que no se usan, igual que la ducha, que echa para atrás... Sin olvidar los ceniceros llenos de colillas o el restaurante principal, en el que las obras parecen no haber empezado a dos semanas de la inauguración... En resumen, una sensación de dejadez general que no es nada alentadora. No queda claro si todo estará arreglado antes de la llegada de los clientes o si se dejará tal cual. Esperemos que sea lo primero, ya que el potencial de seducción del Cala Rossa es innegable.
Entre jardines, plazas y paseos, la residencia ofrece una vista magnífica del mar. El recibimiento es acogedor. Los animadores son simpáticos y las dos grandes piscinas (con piscina infantil) que hemos mencionado anteriormente son agradables y permiten que tanto pequeños como mayores disfruten del agua. La primera es desbordante, cuenta con tumbonas y sombrillas, y está situada por encima de la segunda, en el corazón del complejo. La residencia también permite practicar gratuitamente numerosas actividades deportivas, como yoga, aeróbic, aquagym, fútbol, etc. Hay un club infantil (de pago) para niños de 4 a 12 años. Por la noche se organizan varios espectáculos. Los apartamentos son correctos. Finalmente, es cierto que la playa está algo alejada del hotel, pero este pone a disposición de sus clientes un servicio de autobús que permite llegar a la misma en menos de 5 minutos. Al llegar te encontrarás con un agua de color turquesa y una vista imponente de las montañas. La tranquilidad es muy agradable.