


Un pequeño hotel con el encanto veneciano, bien situado para descubrir el barrio de San Marcos y el de Rialto. Habitaciones sin vistas, pero la sala del desayuno, que da a un canal secundario, compensa un poco.
Un pequeño hotel con el encanto veneciano, bien situado para descubrir el barrio de San Marcos y el de Rialto. Habitaciones sin vistas, pero la sala del desayuno, que da a un canal secundario, compensa un poco.
Se encuentra en la calle Della Vida, callejón sin salida estrecho que desemboca en el campo Manin (barrio de San Marco). El Gran Canal se encuentra a 50 m. Y la Plaza) San Marcos y el puente de Rialto están a 5 y 10 min andando desde el hotel. Parada de vaporetto: Rialto. El aeropuerto está a 12 km. Tomar el vaporetto hasta Piazzale Roma, luego el autobús hasta la Terminal (50 min de trayecto con los trasbordos).
Las 30 habitaciones del Centauro están habilitadas para acoger de 1 a 4 personas. La mayoría son dobles, aunque hay 4 habitaciones simples y 5 familiares (para 3 o 4 personas). Si se siente estrecho en menos de 16 m², mejor elegir otro lugar... No obstante, la decoración está muy cuidada. Algunas habitaciones disponen de vigas oblicuas de sostén del techo (muy estéticas y sin peligro). Tapicería rayada o a escudos en las paredes, que le dan una importante gama de contrastes. Los equipos son de calidad modesta: televisión de pequeña pantalla, instalada en alto; pequeño cuarto de baño con un jabón como único producto de baño, una ducha y un secador. Algunas compensaciones, en cambio: la climatización, un minibar, el teléfono directo y una caja fuerte.
El hotel, abierto en 2007, no dispone de ascensor y tiene unas escaleras bastante rígidas. La recepción, de techo bajo guarnecido con vigas pintadas, está decorada sobriamente a la veneciana. No hay terraza ni salón para ver la televisión. Los pasillos de la izquierda de la recepción llevan a directamente a la sala de desayunos.
La sala del desayuno es el espacio más bonito del hotel... Suelo de entarimado, alto techo de donde descienden lustres de Murano, y sobretodo un ventanal que da a un pequeño canal que se junta con el Gran Canal, muy próximo. Las mesas están instaladas al lado de las ventanas, para comer más cerca de este bello panorama. Esperamos que el aparador del desayuno no quede expuesto (como pudimos comprobar en una ocasión) cada día, porque huevos duros y el queso dejados al aire libre se estropean... en caso de duda, comeremos una media luna embalada, un yogur (sacado del frigorífico), o cereales. Una máquina permite servirse café, expresso o capuccino.
Situado en el campo Manin; donde se encuentra un banco, una pequeña tienda y edificios de vivienda?pero, ningún hotel. Si no se tiene otra indicación, se corre el peligro de buscar mucho tiempo y no encontrar establecimientos libres por aquí... La calle Della Vida parte desde el campo Manin, zona sur: una grieta entre dos hileras de edificios, que efectivamente no lleva en ninguna parte (es un callejón sin salida). No obstante, es donde se encuentra, al fondo, la entrada del Hotel Centauro. Consejo de alojamiento: no hostigue al personal de la recepción para obtener una habitación con vistas, ya que todas ellas dan a fachadas tan próximas que se ahorrará abrir las persianas. Además, las estancias son muy pequeñas (aproximadamente 10 m ² la doble). Están advertidos?.
un très bon souvenir dans cette ville magnifique
un très bon service, la chambre était parfaite
je ne vois pas d'inconvénients c'était vraiment un très bon séjour
Un hotel soberbio, un auténtico palacio... con dos entradas, como Venecia. Llegada majestuosa en barco privado (o barco - taxi) desde la laguna; o más modestamente, vía uno de los puentes que salva el canal della Madonna dell Orto. Podemos llevar un gran ritmo de vida allí, gracias al emplazamiento y al servicio que incluye el lugar. El único inconveniente: la plaza de San Marcos está un poco lejos.
Un hotel sencillo, muy céntrico, de habitaciones pequeñas y sin vistas panorámicas. Escoger este hotel es elegir un pequeño rincón en San Marcos, un poco caro?eso sí.
Este hotelito está muy bien situado, a dos pasos de la plaza de San Marcos y junto a un canal. Con mucho encanto -y muy turístico durante el día- pero por las noches muy tranquilo. Es ideal para alojarse por primera vez en Venecia.
Con un ambiente típico y un patio con césped para poder disfrutar del buen tiempo, el Olimpia se encuentra muy cerca de la terminal de autobuses. Una buena opción para una primera visita a Venecia sin tener que pasarse del presupuesto.
"Pariente pobre" del grupo Bauer, el Hotel Bauer no da la impresión de ser un hotel de alto nivel. Sin embargo, comparte con su vecino Palazzo salones y restaurante, así como también permite ir en barco privado al spa de Palladio... podemos escoger alojarnos en Bauer (es más barato) sin renunciar a vivir principescamente el resto de la estancia.
El Palazzo es el mejor hotel para alojarse de entre los hoteles del grupo Bauer por su alojamiento (casi todas las habitaciones tienen vistas del Gran Canal), su comida (desayuno panorámico en una sala con terraza en la 7ª planta) y sus cuidados (boutique de lujo y barco privado para ir al spa Palladio).
Un antiguo hostal transformado en hotel de gran lujo, con un interior magnífico, cuadros estupendos y mobiliario antiguo. Luna Baglioni es uno de los grandes hoteles de Venecia, enmarcado en una elegancia exquisita. Pero tiene un defecto: no se sitúa sobre el Gran Canal.
Un hotel con un servicio muy bueno, provisto de una bonita terraza con vistas al Gran Canal, igual que algunos de sus vecinos. Pero aquí las tarifas son más asequibles, porque el establecimiento es de 4 estrellas según las normas locales. Es decir, para el alojamiento, porque la restauración se adapta a los precios fijados en los grandes hoteles venecianos. La calidad también, aunque las recetas tienen tanta historia como la ciudad de los Doges.
El Boscolo Venezia es un hotel del lujo y tranquilo, situado en un barrio muy agradable del norte de Venecia. Lejos de los restantes palacios de la ciudad, se trata de un lugar algo escondido con uno de los jardines más bonitos de Venecia. Para los que pueden permitírselo, es uno de nuestros hoteles de lujo preferidos y aunque está alejado, aconsejamos el Boscolo si dispones de varios días para disfrutar de la ciudad.
El Palazzo es el mejor hotel para alojarse de entre los hoteles del grupo Bauer por su alojamiento (casi todas las habitaciones tienen vistas del Gran Canal), su comida (desayuno panorámico en una sala con terraza en la 7ª planta) y sus cuidados (boutique de lujo y barco privado para ir al spa Palladio).
Este lujoso establecimiento dispone de una situación privilegiada en la isla de la Guidecca, en un magnífico entorno histórico (un antiguo internado religioso). Tranquilidad y vistas impresionantes del Palacio Ducal al otro lado de la laguna de San Marco. Puede que su arquitectura austera no sea del gusto de todos.
Un hotel soberbio, un auténtico palacio... con dos entradas, como Venecia. Llegada majestuosa en barco privado (o barco - taxi) desde la laguna; o más modestamente, vía uno de los puentes que salva el canal della Madonna dell Orto. Podemos llevar un gran ritmo de vida allí, gracias al emplazamiento y al servicio que incluye el lugar. El único inconveniente: la plaza de San Marcos está un poco lejos.
Un antiguo hostal transformado en hotel de gran lujo, con un interior magnífico, cuadros estupendos y mobiliario antiguo. Luna Baglioni es uno de los grandes hoteles de Venecia, enmarcado en una elegancia exquisita. Pero tiene un defecto: no se sitúa sobre el Gran Canal.
En la misma Torre del reloj, el edificio que le sirvió de modelo a Canaletto para realizar algunos de sus mejores cuadros, las 5 Canaletto Suites son un lugar excepcional. Pero si la ubicación es excepcional y el nivel de comodidad irreprochable, puede que el lujo y la frivolidad de las suites no le guste a todo el mundo.
El Ca'Pisani, el primer hotel de diseño de Venecia, es un paraíso para los amantes del mobiliario art déco, cúmulo de pequeñas joyas de los años '30. Un lugar fuera de lo común que se desmarca claramente de Venecia, aunque las paredes del edificio antiguo que lo alberga se conservan intactas. Sin duda, se trata de un hotel al que no se llega por casualidad.
El Saturnia International es un establecimiento tradicional a la par que de diseño que disfruta de una situación ideal en Venecia. El estilo veneciano puro y el mobiliario años 1930 se combinan armoniosamente. Un ambiente auténtico y una gran oferta de restauración son el añadido perfecto. Así es, nos ha gustado.