El desayuno se sirve en la mesa, así que olvídate del bufé y, sobre todo, recuerda que muchas exquisiteces son de pago, como los huevos revueltos (6 euros), el plato de fruta fresca (7 euros), el bol de cereales (3,5 euros). ¿Entonces qué lleva el desayuno incluido? Un zumo natural recién exprimido (naranja o pomelo), una cesta con panecillos y bollería y un café servido a gusto del cliente (expresso, lungo, capuccino). La sala del restaurante, dividida en varias salas (2 con vistas al Gran Canal, la 3ª da al vestíbulo con el mosaico de estilo antiguo visible también desde el vestíbulo), tiene el encanto de los hoteles antiguos en los que las conversaciones se entablan en voz baja y en donde el servicio trabaja según la tradición. Destacable y muy agradable para una destinación como Venecia. A mediodía y por la noche, las comidas son a la carta. Las mesas son preciosas (cubiertos plateados, vasos con monogramas grabados) y se sirve una cocina tradicional pero de buena calidad. Haz la prueba de escoger un plato que no te guste (como el risotto con lengua de ternera): te gustará a pesar de la salsa y la untuosidad... Sin embargo, ten en cuenta que un plato cuesta alrededor de 30 euros.