Las 55 habitaciones se dividen en tres categorías: estándar, superior y suite. Tanto la superficie (entre 20 y 25 m² las superiores) como la decoración es diferente. En las estándar solo hay sitio para una cama doble o dos sencillas. El cuarto de baño dispone de una ducha. Cuando se alojen dos personas, habrá que reservar la habitación superior (esta categoría dispone de un sofá cama, además de la cama doble). Además, los cuartos de baño de estas habitaciones disponen de bañera. Las suites para dos o más disponen de una alcoba separada del salón, a modo de apartamento. Con respecto a la decoración, el estilo más representado es de inspiración barroca, menos exuberante que en el vestíbulo. Las cortinas y la colcha son doradas, las paredes están decoradas con telas en diferentes tonos, los tragaluces de latón son de estilo Art Nouveau (o casi) y el mobiliario es de madera clara, de líneas contemporáneas. El conjunto es al mismo tiempo sobrio, elegante y confortable: un hecho que contrarresta la orientación. De hecho, el 50% de las habitaciones dan al patio trasero, con fachadas cercanas. Tendrás que dejar la cortina corrida o, mejor aún, reservar una habitación que dé a la calle. Con respecto a los equipamientos, disponen de televisión por satélite con pantalla plana, un kit té/café, un minibar, aire acondicionado y teléfono. En el cuarto de baño hay productos de tocador Ramada en pequeños envases de 20 ml y un secador de pelo. En las habitaciones de categoría superior y en las suites hay albornoces.