Cuenta con 114 habitaciones de estilo clásico (individuales, individuales con cama grande, cama doble y suite) en las que se cuida cada detalle (con fruta, chocolate, agua, café, té, albornoces, zapatillas, paraguas y plancha ropa). La diferencia entre unas categoría y otras se encuentra tan sólo en el tipo de cama y en el tamaño. La zona en la que se ubica el hotel es muy viva, tiene mucho movimiento sobre todo por el día y también por la noche, por ello todas las ventanas de los dormitorios cuentan con triple vidrio, por lo que no se oye ni una mosca. Hay cuartos exteriores (no tienen balcón ni terraza) e interiores. Son todas muy luminosas, tienen así mismo mando regulador de la posición de la cama para los pies y el cabezal. Los baños (en general con bañera y ducha combinada y en otros casos separada) poseen bastantes amenities (las habitaciones de mayor categoría tienen productos bulgari). El trato con el cliente es bastante bueno, pues otro de los detalles a destacar es el hecho de que cada tarde pasa el personal con un carrito de yogures y chocolates (de consumo gratis) que ofrecen al huésped.