El hotel cuenta con una estructura simple, pero muy práctica. En la primera planta encontramos la recepción, a continuación el bar, en el que se sirven algunas entradas y snacks (no así platos muy elaborados), y la sala de desayunos. Fuera también disponen de dos agradables terrazas (cuando hace buen tiempo). Para aquellos que practiquen deporte, aún incluso estando de vacaciones, en el hotel Seefeld están de suerte porque también cuentan con una sala de entrenamiento, además de tener convenio con algunas piscinas de los alrededores. Si llegas en coche tampoco tendrás de qué preocuparte ya que el complejo pone a tu disposición 20 aparcamientos que se encuentran bien en un garaje subterráneo o bien en un patio interior. El toque particular del hotel lo encontramos en los pasillos, pues cada planta tiene un color llamativo de pared diferente: verde en la primera, rosa en la segunda, naranja en la tercera y amarillo en el cuarto y último piso.