El perfume colonial francés de antaño siempre está melodeando por el puerto de Pondicherry. Todavía están presentes algunos nombres de calles francesas en esta "ciudad blanca" y cosmopolita en la que viven criollos, franco-pondicherrys, tamiles y algunos franceses de lejano abolengo. La antigua factoría de las Indias orientales está rodeada por un bulevar circular con calles estrechas y empedradas. Un canal divide la ciudad en dos, de norte a sur. Vas a encontrar el fasto de las residencias históricas, resultado de la unión de distintas influencias, con jardines sombreados rodeados de columnatas. Paséate por la avenida Goubert, a orillas del mar. Pasa por las estatuas de Gandhi y de Juana de Arco antes de perderte por el animado jardín público del centro de la ciudad, cerca de la biblioteca Romain-Rolland. Recorre la ciudad india con su barrio musulmán alrededor de la mezquita. Al sur, respira el perfume de las plantas exóticas del Jardín Botánico y más al norte, chamarilea en el Gran Bazar y la calle comercial de Nehru Street. No dejes de lado a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción, construida bajo el reinado de Luis XVI. Pondicherry es también el ashram (pequeño santuario) de Sri Aurobindo y a 5 km está Auroville, creada por un arquitecto francés. La Ciudad de la Aurora de unos 1.000 habitantes, es la utópica obra de una experiencia comunitaria internacional que intenta darle un nuevo sentido a la vida. Solicita información en Pondicherry en la Boutique de Auroville.