Bali es, probablemente, la perla de Indonesia. Esta pequeña isla situada en el centro de un inmenso archipiélago cuenta con un impresionante número de tesoros geográficos y culturales, lo que la convierte en un trocito de paraíso: un clima verdaderamente atractivo, una naturaleza excepcionalmente rica, un sinfín de maravillosos paisajes, una verdadera riqueza cultural... No es casualidad si es considerada por el mundo entero como uno de los destinos tropicales más preciados.
Bali es un destino que se presta especialmente a las compras. El arte y la artesanía siempre han gozado de gran dinamismo, y el desarrollo del turismo no ha hecho sino potenciar este aspecto. Esculturas de madera, pinturas, bandejas votivas talladas, delicada cerámica, instrumentos para las orquestas de música gamelan, joyas de plata, cestería, marionetas, innumerables tejidos decorados ?incluido el famoso batik?... la oferta no podría ser más completa. El único problema es saber qué elegir. Los comercios abren de lunes a sábado de 08:00 a 21:00.
La presencia de turistas de distintas nacionalidades fomenta una gran diversidad culinaria, mucho más acentuada que en el resto de Indonesia. En lo que a la gastronomía respecta, Bali sabe sacar provecho de esta riqueza. Los platos occidentales, así como la cocina tailandesa, india y japonesa cuentan con una fuerte presencia. La gastronomía china, que suele ser de calidad, también ha sabido imponerse. La cocina local se compone, por lo general, a base de arroz, acompañado con verduras, carne, huevos y sopa. Una de las combinaciones más populares es el famoso nasi goreng, un arroz frito con verduras, servido en ocasiones con pollo o ternera. Se utiliza una gran variedad de especias, aunque los platos son aceptablemente picantes. No es raro que se utilicen el coco y el azúcar. Durante la estancia, se pueden degustar deliciosas frutas tropicales: plátano, piña, mango, mangostán, rambután, yaca o ?para los más atrevidos? el "aromático" durian. En lo que a las bebidas se refiere, la cerveza goza de gran popularidad y el café de producción propia es excelente.
Por lo general, los balineses suelen ser tolerantes con los occidentales y sus costumbres, aunque no se debe olvidar que la sociedad balinesa no está exenta de un fuerte tradicionalismo. Por lo tanto, se debe evitar herir las sensibilidades locales, sobre todo en lo que respecta al pudor en el ámbito vestimentario: el clima tropical no es una excusa para pasearse medio desnudo. También es importante demostrar respeto por las prácticas religiosas y acordarse de descalzarse antes de entrar en templos y mezquitas. De manera general, evita tocar o señalar cualquier cosa con la mano izquierda, puesto que es la que se utiliza para... ir al baño. No señales nunca a nadie con el dedo. Utiliza más bien la mano, con un gesto amplio. Para mostrar tu desacuerdo en una conversación o una negociación, no alces el tono ni muestres abiertamente tu enfado. Intenta no desprestigiar a tu interlocutor. Del mismo modo, evita dirigirte a alguien con las manos en jarras, ya que esta actitud está considerada como irrespetuosa o agresiva. Como en otros lugares de Asia, no se debe tocar la cabeza de los niños. Para concluir, el regateo es un principio común en las relaciones comerciales, incluidas las compras.
Toda la parte sur de la isla constituye el principal atractivo de Bali, en lo que a su costa se refiere. Esta zona reúne las playas más bellas, aunque también la más importante concentración de turistas occidentales. Se debe intentar evitar la playa de Kuta, en la zona oeste, ya que se ha convertido en una auténtica fábrica para turistas. Recomendamos, sin embargo, la zona de Sanur ?al este? o la más lujosa Nusa Dua, en la península de Bukit, al sur.
En el interior, son de visita obligada Ubud y, de forma más breve, sus alrededores. Aunque esta ciudad es muy visitada por los turistas hoy en día, representa uno de los focos más activos de la cultura balinesa, al tiempo que conserva un magnético encanto.
La isla no se limita a sus maravillosas playas. Bali se caracteriza también por una naturaleza magnífica y generosa que sería una pena perderse. Entre las maravillas naturales, la región del impresionante volcán Gunung Agung, al este de la isla, es un destino obligado.