Pequeña aldea situada a orillas del mar, Candidasa ofrece un marco apacible que contrasta con la animación de Kuta. El núcleo urbano, que se ha desarrollado gracias a la hostelería, ofrece escaso interés cultural. El litoral está bañado por un mar tranquilo y transparente que ofrece posibilidades para la práctica del submarinismo, pero las playas, por desgracia, son estrechas, de arena oscura y particularmente desfiguradas por escolleras de hormigón.
El submarinismo en aguas cristalinas es una de las atracciones más destacables de la región. Sus fondos marinos son magníficos.
El templo de Candidasa se encuentra en lo alto de la colina al este del pueblo. Justo detrás de la laguna hay un pequeño pueblo de pescadores. Bordeando la costa, se puede dar un agradable paseo con estupendas panorámicas. Se organizan excursiones al Monte Agung y el Templo Besakih.
Los Bancos BRI y Danamon cambian dinero. Atención, no se puede sacar dinero de los cajeros o ATM's, éstos sólo aceptan las tarjetas locales. Piensa, por tanto, en llevar dinero en metálico.
Candidasa es una estación balnearia relativamente tranquila, pero se deben evitar los hoteles del pueblo. Estarás más tranquilo al este de la laguna. Los hoteles están ocultos por las palmeras, cerca del pueblo de pescadores original.
Cocina indonesia: En Candidasa se come bastante bien, pero esta zona no ofrece realmente especialidades locales. La mayoría de hoteles tienen vistas al mar y las terrazas se llenan a la hora de la comida y de la cena ofreciendo un ambiente acogedor. Antiguo pueblo de pescadores, se pueden degustar buenos pescados a pesar de todo.
Compras: Sarongs, joyas de plata y souvenirs de todo tipo se pueden comprar en los pequeños puestos de la calle principal. Aquí encontrarás todo lo que se puede ver en las estaciones balnearias.