Viajar al otro lado del mundo es siempre excitante sin embargo las largas horas de vuelo pueden revelarse extenuantes y causan numerosas molestias. Esta semana te entregamos nuestros consejos y astucias de expertos para aliviarte.
Cansancio vinculado al desfase horario, deshidratación de la piel, agujetas u ojos hinchados son las principales molestias causadas por un vuelo de más de 5 horas. Esta semana tratamos de compartir contigo todos nuestros trucos de grandes viajeros.
Se dice que el organismo recupera una hora por día, es decir que si estas en un sitio con una diferencia horaria de unas 6 horas, 6 días te serán necesarios para adaptarte. Sin embargo algunas astucias permiten reducir este plazo.
La primera cosa que te aconsejamos una vez que llegues a tu destino final es regular tu reloj a la hora local. Inconscientemente, tu organismo va a registrar el cambio y adaptarse más fácilmente a este nuevo huso horario.
La luz natural es otro factor que ayudará a tu cuerpo a adaptarse, por ello si viajas con destino a un país del Este, te aconsejamos exponerte al sol por la mañana, por lo contrario si vas al oeste, privilegia un baño de sol por la tarde. Además si vas al este, trata de acostarte temprano por la noche, de esta forma descansaras bien la primera noche y te sentirás más descansado.
Antes y durante el vuelo, evita las bebidas alcoholizadas y los excitantes (tipo té, café o tabaco). En cambio, bebe mucha agua: la falta de sueño deshidrata el organismo. Varias encuestas sobre los efectos del desfase horario demuestran los beneficios del ayuno a bordo.
Idealmente, si puedes beneficiarte de una sesión de masaje después de tu recorrido, aliviarás tus articulaciones maltratadas durante el vuelo. Si no tienes el presupuesto para un masaje, tarta de estirarte cada hora durante tu vuelo. Levántate para andar, gira tus puños, estira tus piernas y tus brazos, trata de descomprimir tu nuca. Ejercicios de respiraciones inspirados del Yoga se pueden revelar súper eficientes.
Una vez hayas llegado, un baño caliente también puede ayudar a relajarte.
Antes de tu vuelo, acaba tu ducha con chorros de agua fresca, aplica un gel refrescante y no olvides el accesorio menos sensual pero el más eficiente: tus medias de contención. Además, una vez llegado a tu destino final, no dudes en masajearte las piernas con un movimiento circular: facilitará la circulación de la sangre y limitará el dolor.
Descongestiona tus ojos
Con la presurización del aire del avión, la reverberación de los UV y el aire acondicionado, los ojos los más delicados pueden resultar hinchados o irritados. Si es tu caso, te recomendamos llevar contigo una dosis de suero fisiológico además de una crema refrescante. Después del viaje, opta por una mascarilla hidratante o unos parches de ojos que te aliviarán rápidamente.
La falta de sueño y el aire seco del avión facilitan la deshidratación, por ello te recomendamos llevar contigo unas toallitas desmaquillantes hidratantes, una crema hidratante y una barra de labios.
Si sigues bien estos consejos, deberías sentirte menos estresado que de costumbre lo que podría facilitar tu sueño. Y conseguir dormir es siempre la mejor manera de llegar relajado a tu destino final y disfrutar de tu vuelo.