El color verde de los paisajes, la alegría de los habitantes y el aire vivificante de Irlanda pone en forma a cualquier aventurero que decida viajar a Irlanda. La cultura gaélica y los numerosos monumentos prehistóricos tienen algo mágico que transportan a otra época. Irlanda cuenta con bellos paisajes, zonas de ocio, innumerables actividades y espacios de encuentro agradables y acogedores. Ciclismo, equitación, pesca, paseos a pie, baño, pubs, conciertos, festivales... Irlanda permite pasear por paisajes salvajes y verdes, con una pinta en la mano, a la vez que conversar con un habitante local al que se acaba de conocer...
Además del whisky, puedes comprar en Irlanda ropa elaborada con tejido natural (chaquetas, bufandas, gorras de tweed, jerséis trenzados de lana gruesa). Asimismo, puedes llevarte la lana para tejer tus propias prendas. Las tiendas abren de 09:00 a 17:30, de lunes a sábado.
La especialidad local es el irish stew, una especie de cocido. Como en Inglaterra, el «fish and chips» es un clásico. Se trata de pescado frito con patatas fritas, regado con vinagre y envuelto en una hoja de papel. El desayuno irlandés tradicional se compone de salchichas, bacon, lonchas de morcilla, alubias con salsa de tomate, huevos fritos, tomates asados, patatas y pan tostado.
El pub representa el lugar tradicional y casi cotidiano de encuentro, en el que se bebe, se canta y se charla. Incluso la ciudad más pequeña tiene su pub, y los habitantes animan las calles todas las noches cuando acuden a tomar unas copas. A los pubs no sólo se va a tomar cerveza: los irlandeses son charlatanes y más bien simpáticos. Todos los años, el 17 de marzo, Irlanda celebra la fiesta de San Patricio, el santo que evangelizó el país en el siglo V y que se ha convertido en su patrón. Fuegos artificiales, espectáculos callejeros, desfiles, bailes (ceili) y canciones alegran ciudades y pueblos. No hay que olvidar que desde 2004 está prohibido fumar en las zonas públicas, incluyendo los pubs, restaurantes y hoteles.
El enclave megalítico de Newgrange es conocido en todo el mundo porque queda alineado con los rayos del sol naciente durante el solsticio de invierno. Es el único momento del año en el que entra furtivamente la luz en la cámara funeraria. Aun así, para acceder al enclave hay que salir elegido en el sorteo. Cuando vayas a Irlanda la próxima vez, no olvides acudir a la oficina de turismo de Brú na Bóinne, en el condado de Meath, para rellenar la solicitud (no se aceptan inscripciones a distancia).
Los turoperadores ofrecen un buen paquete para resaltar las maravillas de Irlanda: fin de semanas en Dublín, circuitos en el oeste del país entre otros. La fórmula fin de semana es ideal para una escapada fugaz: si queréis beneficiaros de autonomía total, lo mejor será elegir un paquete que incluya el alquiler de un coche. En cuanto a los circuitos y sus alrededores, permiten descubrir, en una semana, las mayores atracciones del país como pueden ser Dublin, Galway, Connemara y la península de Dingle.
Para la pesca de salmón o trucha, es necesario un permiso del Estado. Se puede encontrar en las ?Fisheries Boards? junto con los artículos de pesca necesarios. También se puede dar el caso en el que los propietarios de las aguas puedan pediros de pagar derechos de pesca calculados por caña y por día. ¡Informaros antes de lanzar el anzuelo Los cazadores tienen que solicitar un permiso de armas, dos meses antes de comenzar la cacería, en el National Parks and Wildlife Service de Dublín. Tél.: (00 353) (1) 661 31 11.